martes, 27 de noviembre de 2007

Los días largos y lerdos,
se arrastran yo,
sin quietud de ojos.
párpados
se mueven
como viejos, resignados…
Empujo
al descanso de cabeza escondida
Que se aleja pateando latas, botellas,
borracho
tarde cada noche.
El amor esquivo
de a gotas, en rincones
con tréboles verdes
que me hacen reír
y llorar.





El tiempo,
esa hormiga
de muchas patas que se tuercen
se enderezan
Llueve sobre el sol
Y después de la lluvia
la tarde de Luz angélica,
que vuelve mágico al celuloide,

y el payaso que se asoma
para volver a escena,
riendo después del llanto.

obra de arte Martin

femme bot, Martin y yo ( Tarde de Payaso). La visión del asistente es oscura... y yo que creía que un rodaje era divertido. Es todo menos divertido, liviano. Es una apasionante pesadilla que uno no quiere dejar de soñar.

viernes, 23 de noviembre de 2007

jueves, 22 de noviembre de 2007

Nada

Hay una ausencia repetida, de niño viejo
que se esconde.
El vacío como un muerto
Que se acuesta hace noches en tu cama.

La espera detenida, congelada
Como esas noches blancas de hospital.
Alguienes que no responden
Y la imbecilidad de la repetición.

El llamado como una soga desde el agua
A una tierra de sonámbulos.
La lejanía es un eco de antes, que rebota.
Solo hay espejos de sed en el horizonte…
Y una mano simula ser flor de lirio
para nadie, nada..
No hay perros que muevan la cola, ni ladridos.

martes, 20 de noviembre de 2007

La casa en San Miguel



mundo de Alissa


yo detrás de la ventana


el cuadro


algo de lo que pasó

Si uno no escribe nadie aparece. Yo que tengo la ilusión cada vez que abro la comisura de que alguien diga algo. Tengo tanto para decir que tengo la mente en blanco. Eso me pasa. Por eso no escribo, ¿Cómo encontrar una forma entre tanta materia? Quizás es el vacío que inexorablemente le sobreviene a lo lleno, la quietud después del movimiento. Aunque no puedo quedarme quieta un minuto, quedé con el envión de un motor acelerado, la locura de un conejo borracho. De la boca me cuelgan miles de palabra sin rumbo, huesitos que dieron forma a un caos convertido en otro caos. No hay cosmos, pero hay forma en el caos. Nunca nadie piensa en los mundos que hay atrás de una representación, tantos puntos salidos de mundos divergentes y apartados que se juntan para dibujar algo y funcionan como un organo desperfecto que trabaja para que algo suceda. Y algo sucede. Una digestión de fantasía colectiva que se vuelve imagen parida, "parida" con el dolor y el vértigo de no saber que hay del otro lado. Hay una máscara de tarde de payaso dando vueltas en mi living, creo que es de chancho, una bolsita de papel picado que quedó afuera de la piñata tirada en el piso. El cuadro de payaso volvió a su punto de partida y me mira cada vez que entro a mi casa, pero me mira distinto porque estuvo vivo e iluminado por manos de linternas mágicas. Abajo de mi cama una máscara y una peluca de payaso, en mi placard un traje de tía naranja fluor, un vestido de niña estrellado, y las botas y la remera amarilla de una niña que encarnaba la tristeza, y se metía en la cama de una abuela muerta que era yo. Cande 1 ( mi actriz) y cande 2 ( yo) viviendo el mismo sueño que soñó una noche la directora de fotografía. En el momento le dije "Cande, yo estoy sintiendo muchas cosas, ¿y vos? Y ella dijo "también" con esos ojitos negros de seis años que nunca mienten. A mi amigo Martín se le piantó un lagrimón cuando la oyó rezar junto al supuesto cadáver "ángel de la guarda dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día". Yo nunca vi esa escena, porque desde que empezaron a iluminarla me planté como muerta en la cama. Tenía el pelo canoso y la cara aventejada. Sentía luces calientes en los cachetes, y vestía el camisón de la madre de una de las asistentes de producción. Solo abrí los ojos para darle alguna indicación a Cande 1 y los volví a cerrar. Ella dice que es la escena del corto que más le gustó hacer. Me acuerdo de la voz de Juan viniendo desde el piso de abajo gritando "corte". Yo estaba adentro, como en la pansa de una ballena.

lunes, 12 de noviembre de 2007

tarde de payaso

Cuanta emoción!!! LLego a la comisura de mi labio embadurnada de candelirio rodaje, y me encuentro con que Borba ha pedido al Dios Fellini .. Gracias Borba. Todo los que pueda decirles es poco. La imagen que podría relatarles para explicarles el ambiente es: Una actriz de 120 kilos disfrazada de tía de niña con moño, montada a un caballito de madera. Es una imagen que me vuelve una y otra vez a la cabeza y me provoca infinitas ganas de reirme. Todo ha sido dificil, desopilante, insólito, delirante, estresante, vulnerabilidad, incomunicación, miedo, hallazgo, frío polar a la noche temblando, sol, amor, amanecer temblando, tenedor de plástico, (los otros no alcanzaban), niña con vestido estrellado, niñas llorando y riñiendo como gallitos, niñas escapando, no queriendo tirar otra toma y el equipo técnico atrapándolas, risa, llanto postparto, billetera vacía, deudas ... hay tantas anécdotas que no puedo entender que caben en solo dos días, como si hubieramos hecho un viaje de mucha gente por por un mundo de locos...

En principio quisiera que Borba nos relatara su propio relato del abuelo y el audífono, ya que es algo que no tiene igual. Asi como también la descripción de la escena en que apareció, y la torcedura maravillosa de sus tacos en toma. Borba y Juliana con peluca puesta, vestidos absurdos, fuentes repletas de chicitos, quedarán inmortalizadas en mi memoria hasta el final de mis días. Pienso que más allá de todo lo disfruté. Pienso que materializar un sueño tiene algo muy poderoso, una imagen, palabras en renglones que se vuelven carne, color, abismo y salto mortal. Me quedan 3 jornadas y quiero gozarlas sin peros, atravesar toda la neurosis negra y hundir los miedos en pozos ciegos. Dirigir es estar solo, los otros están pero en otro escalón mirándote y obligándote a "ser" en toda su dimensión. Quizás no te observan, pero te sentís observado y desnudo, expuesto al sol vuelta y vuelta. No hay posibilidad de borrarse, ni esconderse, y ya no sirve el habitual recurso de "escapar". Hay que estar y comandar un barco que no se sabe a donde va ( aunque eso no lo puede sospechar nadie).