martes, 30 de septiembre de 2008

La egipcia by Mart


lunes, 29 de septiembre de 2008

A la pequeña torre de Tacuarí y Alsina

Las paredes rojas.
La risa siempre flotando en un ala de la casa.
Vino en un barco montado a caballo,
Rebota sobre las puertas ventanas,
Risa espuma
Risa manos que se mueven,
Risa Dientes
Vidrios ríen.
Risa humo
Risa tos de planta hecha humo,
espíritu-planta en el cuerpo se transporta.
Humo de los dioses en las venas que se ensanchan como las espaldas de los súper héroes que vuelan sonriendo.

Una gárgara de vapor cosquilla la risa,
dos chorros salen de dos bocas, de dos gargantas, de dos demoniángeles, de una fuente repleta de cielo.
El humo repta la casa, un mareo constante de risacuerpo, de cuerpo riendo.
Pulmoriendo la existencia, risueñándola con rascaduras de espalda.

La bicicleta, la calle mojada, los faroles sobre los restos de lluvia, los pedacitos de papel picado, el zapato del mendigo sobre la vereda.
El perro, la correa y el viejo solitario de boina, que saca a pasear su viejo impermeable de la juventud para sentir algo de antes.
Los ojos que te miran como tirando flechas, aprovechando que es de noche.

Las calle desierta,
las baldosas flojas,
las ruedas rodando como el recuerdo de la risa.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Todo el amor hago el odio.

Hay vértebras colgadas de una casa muerta de un balazo,
Las puertas tienen manijas a punto de caerse.
Ya no hay vidrios para sangrar.

Todo el olvido hago memoria,
Todos mis pensamientos hacen tu ausencia,
En mi cuarto
tu amarillo
oscureciendo los pensamientos de mi almohada.

Hay piernas tiradas en rincones de luz esperando la noche para que llegue la mañana.
Hay un corazón, es un violín que agoniza en la sordera del patio.
Los lamentos trepan por el cuello hasta los ojos,
se enredan en el pelo, se meten en las orejas, reptan en el pecho
como los bichos peludos del asco.

Los últimos pasos fueron dados en la agonía de las piernas,
cuando el sol se despedía de todas las cosas .
El borde blanco del espacio fue mordido por la condesa hambrienta de muchachas.
La vieja dentadura despedazó la carne fresca.

Se vaciaba la historia de todos los vasos, de todas las fiestas, de todos los gestos, vistiendo de muerte al amor indescifrable.
Los barcos no tienen sepultura, se mueren navegando.
Hay agujeros en la ropa, serpientes en las mordeduras.

Yo dormía y vos apuntabas a mis piernas,
con el rifle de la condesa hambrienta.
La puerta estaba escupida
y en el portazo de tu bota había restos humanos
que se parecían al color de mis ojos llamádote.

Toda el día hago la noche,
Todo el odio hago el amor,
Todo hoy hago el ayer,

Todo el ayer era mañana.

martes, 23 de septiembre de 2008

No more puchos

Hace décadas que no escribo desde mí. Me borré hace rato y solo dejé resaca de tristeza hecha verso, alguna que otra humorada, todo acompañado por los dibujitos de Mompy que hacen lindo el bloch. Sin ellos, nada sería lo mismo. Es aburrido ser la única responsable de colgar algo, aunque no haya más que tres gatos del otr lado. Pienso en la palabra resaca, y lo que me gusta esa palabra en el contexto de elaborar algo artístico. Resaca me viene de Gladys de " The Buenos Aires Affiar". Gladys es una artista visual medio o bastante masoca en el amor que confecciona obras de arte cursis con la resaca que le arroja la marea. Siento que se parece bastante a lo que es para mí escribir a veces. Confeccionar pequeñas tramas con toda la resaca ( aclaro que resaca no tiene una connotación negativa, eso depende de los ojos con los que se la mire) que uno tiene a diario entre manos, y la que tuvo sobretodo, hay que reconocer que sin el pasado, la cantera sería bastante más limitada. A medida que pasan los años uno va acumulando una percepción interesante por el caudal resacoso. Capas y capas, montones de vivencias que dejan algo invisible parecido a la resaca que deja el mar, en el sentido de que es inutil pero tiene algo de "esencial" en la configuración propia, en el presente de cada uno.

Sé por qué aparecí hoy desde moi. Tuve una revelación muy fuerte de algo que es bastante obvio y es: " qué gran mierda es fumar tabaco".
El falso placer más grande del mundo. Tuve esta revelación en el jardín de Omar y Franco ( una suerte de templo divino). El detonante fue una anécdota de alguien que se acordó de un acto fetichista de la infancia maravilloso: mirarse en el espejo y actuar con un cigarrillo que fumaba. La anécdota es deliciosa. Me encantaría que fuese propia, pero no, yo no recuerdo bien con que me feticheaba, solo recuerdo que siempre estaba rodeada de muñecas, por los hijos que hoy no tengo.

Concluimos con el que fue alguna vez niño feti, que los primeros puchos empiezan siendo medio para cancherear, al menos así fue a los 15 para mí, y después uno le agarra el gustito. Me recuerdo jugando al pocker con amigas con pucho en mano en una mansión de Punta del Este de otra amiga. Nos ´sentíamos Stanley ( de un Tranvía llamado deseo) y su banda de amigos, o algo así.

Tengo la sensación de haber tragado en alguna parte una propaganda que se me pegó a la médula, las divas con el cigarrillo tirándole en la cara el humo a los Clarks..., y es verdad que el acto tiene un cierto glamour en el contexto de una Marlene Dietrich, peli blanco y negro pero .....ES HUMO. Es tan idiota como abrir la boca y tragarse el humo del garage del estacionamiento. Está claro. Después de esta revelación, comprarme un paquete de cigarrillos es la cosa más estúpida del planeta. Espero que me dure esta sensación mañana y pasado y no volver a engañarme más. Lo digo para que me oficien como escribanos, y cuando los vea, se me haga más dificil prender uno.

Se me ocurrio proponer a los Mompys y Ficos y Luchos o quién quiera y pueda hacer algo visual, que me manden dibujito anti- pucho. Necesito la campaña para autoconvencerme. Después de todo quizás el destino del bloch sea convertirse en un libro de auto ayuda. ¿Por qué no? De ser así, debería de una vez por todas leer el libro que me regaló mi hermano Juan sobre cómo tener la personalidad de un lider, de uno que se llenó de guita vendiéndolo. Subrayar algunos textos esenciales para la configuración propia y transcribirlos sería una labor interesante. Seguro a más de uno le vendría bien. Mi hermano Juan si no creería en los resultados positivos de la lectura de dicho libro, no me lo habría regalado.

Bueno mandad si podeis! Regalad! Quiero y necesito dejar de fumar!

lunes, 22 de septiembre de 2008

La vida te rueda para atrás, te arqueás, una espalda hacia lo conocido que se volvió extraño, como la casa del vecino cuando se vuelve casa abandonada y crecen las telarañas y los ruidos sobre los vidrios rotos.
El tiempo es un timón que maneja un capitán ciego que habla en otro idioma.
Hay un solo barco y es tu cuerpo que amanece y anochece solo en las orillas lamiendo la sal de las heridas.

Buscás un papelito adentro de alguna botella, no sabés qué es lo que estás buscando, ¿Qué es lo que busco? Te lo preguntás a cada rato, todo el día, cuando abrís las puertas, revolvés los cajones, agarrás cosas, las trasladás a lugares sin saber si es eso lo que buscabas, ni para qué las llevás. Algo buscabas. ¿Algo que te devuelva a las noches en que abrazabas peluches y sonaba el despertador que te uniformaba las madrugadas?

Nadie te dice qué papel representar. Sos una muñequita vieja en la mano de un gorila. Se abre, se cierra, se abre, se cierra, y siempre estás cayendo como un granito de arena, y siempre el tiempo te ataja y caés desmayada sobre la aguja de un reloj, antes de caer suicidada.
Tus párpados reaccionan al timón del ciego, se arrugan como los globos de un salón triste de cumpleaños que terminó
en entierro.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Otro Gómez

Hay momentos en que Otro Gómez solo aparece para desaparecer.
Hay muchos Otros que eligen ser como Gómez.
Una intensidad de fuego se rebalsa en espermatozoides y óvulos que
se besan en el aire
sacándose la ropa.

Una lluvia blanca
me cae,
ellos, los Otros Gómez me espuman adentro de una copa de Champagne de una fiesta Cenicienta.

Algo
se explota,
se efimera,
se butaca en el globo que se va volando sin cinto
atrás del celuloide de ficción.

Después,
cuando Otro Gómez se ausenta, el mundo se vuelve chiquito y feo,
todo tiene olor a murciélago, el champagne se vuelve sangre que chorrea por el cuello, y sale de la boca.
La cenicienta se llena de tumores en el pecho y los vomita llorando sobre
pañuelos
prestados de un tal Alguien Siempre.

domingo, 7 de septiembre de 2008

A la abuela de mi ahijado

Abuelando
en
Abuelandia,

Abuvelando las noches.

La abuelana
te va abutejiendo.

Ememeabueliendo.

Olfateando la abuelez blanca, soplando el polvo que te abuela las crines.
Todo menos abulia es la abuelobaba.
En las nubes de la plaza la abuelopapada
se hamaca.
Todas las palabras están abuelonietadas de ombligos.
Los caballitos del carrusel relinchan mientras la barrigana crece
/hacia el nacimillanto.

En los toboganes de abuelos hay cabelleras flamantes de canas reinas,
niños atajan la calamidad de la vejez riendo
desdentados.
Se sueltan las riendas,
todo se afloja,
los caballos se desbocan,
un árbol se teje con la lana destejida de otro árbol.

Los castillos de arena tienen puertas,
son dientes de leche que se abren para enterrar las muelas muertas que se caen como ramas de un árbol
abuelo.

martes, 2 de septiembre de 2008



En la cama en la que se encontraba con el hombre,
había un gata de guantes negros.
Murió la cama desnuda, se apagó la escena el día que la sábana se tragó la gata.
Se despidió con los guantes.
Había un gato, le quitaba la ausencia en su maullido negro y blanco.
Murió el gato y la ausencia se volvió ausencia de ausencia.

Todos se ausentaron, todas las cajas estaban vacías.
La vida era inanimada, sin patio, ni cama, ni texto.
Todo se congelaba sin un maullido dónde pisar.
Una mañana londinense de August, la cinta se movíó, se animaron los gatos,
todo maulló hacia una casa húmeda, desnuda de mañana.
Las paredes eran conocidas, había otra cama, otro gato,
otro hombre en el que sonaba una ausencia
de maullido.
La estadía duró lo que se tarda en atar y desatar un cordón,
la voracidad del náufrago masticando una noche a la mañana.
Hubo un llamado desde una playa,
Alguien gritó: marineros tiendan una soga hacia mis redes de gatos muertos,
y se oyó un maullido fusilado en el aire.