domingo, 23 de noviembre de 2008


viernes, 21 de noviembre de 2008

superhéroe


miércoles, 19 de noviembre de 2008

lunes, 10 de noviembre de 2008



El alma liviana y triste,
descalza camina sobre los escombros.

Los dedos amanecen a la hora en que la tarde sangra y resucita sobre los zapatos rotos.
Las hermanas gordas pisaron el pie descalzo y bailarín,
los tumores en los ojos no las dejaron bailar, les coartaron los dedos.

Resentidas, Recostadas
restos de pezuñas tibias en el pelo, sobre las almohadas de barriga de reptil.
Sobre la cama acolchados de pájaros muertos,
En la pared alas negras de aves que volaban.
La casa es un abanico negro y fúnebre adentro de una vitrina.

El príncipe era un sapo que eructaba refranes sabios.
Tenía una corona de pastillas que giraba sobre la cabeza.
Retrovil se robó la que era rosada como su abuela y quedo planchada en el piso de la cocina escuchando los gritos de la madrastra y las hermanastras
y el impotente silencio del padre atado a la silla por sí mismo.

Soñaba con las manos arrugadas y las uñas rosas de su abuela y escuchaba al carnicero del reino afilar el cuchillo que cortaría la carne de los animales alegres.

El ruido de los monos tratando de escapar se filtró por la cerradura de su oído.
Perdió todos los dientes en su sueño, sobre la mano rosada de su abuela.
Le salió en el pecho una llaga invisible, afloraron todos los recuerdos con espinas, le sangraron las muñecas, creció un árbol repleto de zapatos viejos que abrieron puertas y ventanas veladas.

En el jardín la esperaba la luna.





















sábado, 8 de noviembre de 2008


viernes, 7 de noviembre de 2008







martes, 4 de noviembre de 2008

Una hilera de piernas de hombres empiernan, enhuesan
una diagonal empiernada,
de piernas dobladas, geometría de rodillas que triangulan huesos.

Al costado de cada hombre una mujer asiática recién salida de su costilla lo mira con ojos mojados de líquido amniótico.
Senos oscuros se alzan frente a los ojos, gigantes, en un carnaval muerto y nacido.

Una melena inesperada y una cabeza faraónica bostezan adentro de una Pirámide.
Se estira una pierna, se rompen las tumbas,
presagios,
posibilidades infinitas de piernas y huellas.

Zapatos de rey son ahora el disfraz de un bufón,
el palacio se volvió arena y playa en las manos del esclavo que corre
hacia el mar
desnudo.

lunes, 3 de noviembre de 2008