lunes, 28 de diciembre de 2009

Carta a los reyes magos o quién corresponda

Escribí una imagen y fue como tirar una piedra al agua, se formaron círculos, se trazaron ondas. Apareció una casa decadente, alguien siempre se volvía un podrido o se iba pudriendo para que la trama se pusiera jugosa, (no hay historia sin pecadores, no hay literatura sin Adan y Eva).
Crecieron personajes, se deshicieron en la debilidad de la primera versión, fueron tirados por el acantilado de Esparta para reinventarse de las cenizas en segundas y terceras versiones. Las mutaciones llevaron años.
Se movían, se desplazaban en un jardín, se seducían alrededor de un muerto que se negaba a ser enterrado.
El papel es ahora un pequeño sarcófago como el de la bella durmiente, que espera llegue algún Deus ex máquina, o un príncipe que los haga saltar del sueño del papel a la forma y la materia de todo rodaje.
Para que la magia sea posible, en algún campo han de crecer billetes como en las buenas cosechas. Ruego para que las lluvias de los buenos dioses hagan florecer los campos de los años venideros, para que los muertos sobrepasen el papel y el círculo siga rodando.

sábado, 26 de diciembre de 2009

El tiempo estaba hinchado del sinsentido, embarazado de lechones aburrimientos.
Los amigos habían huido a cuevas remotas, y yo estaba sólo obligado a estarme conmigo y con mis huesos.
Sabía que no tenía otra alternativa que aprender a escribir para vencer el aburrimiento padre de vivir anclado a mi persona.
En la isla lo único que no escaseaba era el lápiz y el papel. Mi isla era de asfalto, de obelisco fálico, de autos incesantes de la mañana a la noche.
Putopía, se llamaba.
Al menos sentí alivio al escribir el nombre.
Putopía, escribí y dejé que el aire mentiroso de los Buenos Aires se lleve el papel.

Adentro mío había un agujero gigante que se ensanchaba, me iba devorando la capa de afecto.
Los músculos de las piernas se me entumecían por la falta de bicicleta.
Aburridos lechones me miraban desde la terraza de la torre preguntándome que iba a hacer de mi existencia,
se chupaban los dedos sucios manchados con restos navideños,
y me suplicaban que saliera a la terraza para morderme los muslos gordos,
la digestión era una siesta interminable.

Las sombras de los amigos habían quedado junto a mí, y era imposible deshacerse de ellas, hasta me acompañaban al baño.
Llegué corriendo a la playa de escombros de playa putos, sin bicicleta y sin Prozac, grité los nombres de mis amigos que eran los mismos que los de las sombras, como si en frente mío hubiese un océano capaz de devolverme los amigos de carne y hueso y llevarse sus incorpóreas y fantasmáticas presencias.

Soñé durante un instante la llegada de un barco capaz de navegarme a una fiesta en Copacabana, quise revolcarme en olas de pies negros, batucadas y tambores.
No había un océano capaz de nada, solo un charco negro y gigante que respiraba algo sucio,
emergían a la superficie bagres con bigotes contaminados de petróleo,
pronunciaban mi nombre,
y nadaban hacia mí para morir en la orilla de mis pies.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Lo último que oímos de papá fue el ruido de puerta.

Mamá lo golpeó con el arbolito de navidad que nos había mandado abuela.
A través de la cerradura mamá era una bruja. Le había crecido un lunar maligno en el borde de la papada, si lo tocábamos nos convertiríamos en lunares de ella.

Todas las pelotas que adornaban al árbol rebotaban en el piso, la nariz de papá chorreaba sangre.
Mamá gritaba andate a la con de tu ma, (o sea la de mi abuela),
cuando decía malas palabras las cortaba para que no entendiésemos y al final mis hermanos y yo teníamos nuestro propio lenguaje escindido y roto, pero nuestro al fin.

En nuestro cuarto sonaban villancicos mientras las pelotas del árbol rebotaban y papá se sacaba de la nariz un pedazo de rama.
Noche de paz, noche de amor, entre los astros que esparcen su luz, viene anunciando al niñito Jesus.
Andate a la con de tu ma
Yo me imaginaba a papá suplicándole a mi abuela abriera las piernas para meterse de cabeza en su agujero.
Después pensé en mi abuela embarazada de papá en el geriátrico.
En el dibujo de la familia que tuve que entregar para pasar a primer grado, dibujé a mi abuela pariendo a papá sobre la bandeja del desayuno, rompiendo los huevos de mamá.
Pasó un tiempo en que no se hablaba de papá.
Tampoco nos estaba permitido preguntar por él. Papá se fue a la luna-había dicho mamá- se rompieron los cohetes y no tiene como volver.
Se rompieron los cohetes y se rompieron las pelotas del árbol de navidad para siempre.
Cada vez que mamá nos venía a dar el beso de las buenas noches, yo tenía miedo de tocar su lunar maligno y convertirme en lunar de ella,
y pensaba que papá estaba a salvo viviendo en un crater adentro de la luna.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Lo imagino en el Caribe,
recogiendo pedazos de su cerebro enterrados en la arena
Sun boy- grita un gringo
y le crece una melena rubia de heman cuando ya tiene el poder y camina sobre las rastas recién rotas hasta la orilla
mira hacia acá
y se deja sacar unas fotos en sunga, bajo la palmera, calcinándose los brazos musculosos y midiendo los kilómetros nadados.

Jugamos al ping pong con palabras que nunca alcanzan para nuestras antenas desquisoides,
La sensación de una abstinencia muy grande,
y de medir la profundidad del mar ausencia con los pies de muchos gigantes mutilados,
la pérdida del lenguaje de las cotorras que descose las risas de todos los relojes.

Había un barco sobre un caballo,
El caballo salió galopando y el barco se fue a la mierda.

Hablamos de aspiradoras, snorkels y riñoneras,
los objetos hablan por nosotros,
hay un siamés roto y llorón que extraña la psicodelia y camina por la casa como si caminara por las paredes, como si estuviera en un largo e interminable rodaje, en el que se repite una y mil veces un mismo plano.
Un rodaje estático en la misma secuencia, justo antes del desenlace.
El silencio es una laguna que ahoga en la isla sin disparate.
Alguien adentro de nosotros nos tiene atados de pies y manos,
y hay que limitarse a observar la caída de los ídolos mudos.

Varios edificios con locas disfrazadas sacándose fotos se desplomaron
y el aburrimiento se hizo moneda común en la quietud sin clicks.
Después del quiebre de la rama y la desaparición del mono Ruiz,
para cubrir el crater creció una casita roja.
Y le crecían patas sucias, granos para explotar, y amor de muchos colores,
Y el viento volaba velas de barcos que volaban entre edificios, cables y antenas grises
esperando el regreso del barco-caballo
del fondo del Océano.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El vacío de las palabras cuando se ausentan,
el silencio impone, somete.
Mi ánimo flota en el viento, siempre a punto de naufragarme.

Si me quedaba callado,
el silencio ocupaba todo mi cuerpo.

Cuando las palabras desaparecían,
y el silencio estaba a punto de borrarme la frente, las manos, los ojos.
Alguien sin cara me preguntaba: ¿te comieron la lengua los ratones?

Yo pensaba en un banquete de ratones, familias de ratonas, ratones y ratoncitos despedazando mi lengua para comerla, esperando que lleguen las doce para abrir los regalos y gritar con la panza llena de mi lengua: feliz navidad.

domingo, 15 de noviembre de 2009

En el silencio del silencio,
mueve la cola un gato negro
nadie puede verlo,
ni tocarlo.

La boca del cementerio se tragó una docena de muertos.
Hace la digestión,
los sepultureros duermen la mona sobre lápidas rotas,
restos de sándwiches y ginebras vacías.
Una niña que enterró a su abuela
pregunta si a los muertos los entierran desnudos,
se saca la ropa.


La chica más desprolija del mundo,
murió ahogada en un vaso de vino.
La encontraron con los dientes desteñidos
flotando como un corcho.
Tenía en los bolsillos fotos amarillas de la infancia,
y una cicatriz con forma de gato.

jueves, 29 de octubre de 2009

Había una vez un palacio,
Mamá y papá han muerto- gritó la voz ronca de una princesita.

Princesas enanas en triciclos, vestidas de luto esperando que llegue el circo.
Los reyes, dos gigantes procreadores de enanas
muertos
sobre la mesa del jardín con las ropas abiertas.
los zapatos puestos.

El rey está muerto pero tiene una mano sobre los pechos enanos de la reina gigante.
Fue su última voluntad, dijo una enana
y leyó el kamasurtra.
El cerdo está sentado en el trono con la servilleta puesta.
Algo crece sobre las paredes,
se devora los tapices, los cuadros.

Un lacayo se arrancó los ojos y mendiga en la puerta ciega del palacio.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Los trajes elegantes de aquél entonces se volaron.
Sobre las paredes sombreros sin cabezas, ni mujeres.
Los últimos cuerpos fueron rotos,
caídos,
heridos en los tendones huecos del vacío de las cosas que es como el fondo de un zapato de taco en el fondo del ropero vacío.
Los vidrios empañados u olvidados,
no siempre hay algo o alguien atrás de la ventana.

Al basurero se arrastraban en hilera los pedazos de nada amenazados con extinguirse.
Una súplica, un pedido de desaparición en el arrastre ojeroso con las fotos rotas de lo que ya no existe a cuestas,
el vacío pesa.
Nadie nunca aparece aquí.
nadie
nunca
aparece
aquí.


¿Cuando llega la extinción?
En los cristales de la araña deprimida caminan tarántulas embarazadas
que algún día lastimarán a sus crías con lenguas ponzoñosas.
Las manos enguantadas,
las piernas bajo la mesa nunca dejan de moverse, hasta en los velorios cuando se espera la muerte de la muerte o la muerte del cadáver y se mira el reloj para volver a la vida o a la muerte.

Allí no es aquí, son sueños, casi todo casi siempre nunca.
No hay aquí ni allí.
Había, hubo, ya no hay.
Los sujetos de las oraciones se volaron,
El verbo fatigado
dejó a la nave sobre un tácito silencio con vacío de verbo y de sustancia.
Un quiebre en la recta, es el comienzo del círculo
de la soledad.

lunes, 26 de octubre de 2009

viernes, 9 de octubre de 2009

No era posible bajarse,
ni frenar el auto.
Moriríamos sentados en el viejo Chevrolet azul,
papá manejando
mamá preparando sándwiches.
Habían niños sobre postes en medio de la ruta,
Me tiraban globos azules y rojos,
Cantaban Glory, Glory Alelu-Aleluya.
Uno que tenía cara de ser mi hermano mellizo me apuntó con un revolver de juguete
Apretó el gatillo,
Se escribió mi nombre en el aire con polvo blanco.
Rudy stupid.
Se oyeron las risas de las viejas borrachas que salían de los hoteles
acomodándose la ropa interior.
Se hacía de noche.
Un globo rojo se incrustó contra el vidrio
como un coágulo de sangre.
Tuve la esperanza del accidente, la bienaventurada fatalidad, el ansiado fin.
No había otra manera de frenar el auto eterno,
quizás seguiría andando con los cadáveres nuestros durante toda la vida.
Papá prendió un pucho, quemó el globo.
Mamá cantó lo que cantaban los niños de los postes, Glory Glory Alelu aleluya.
Yo señalaba los niños en los postes tirando los globos, ni mamá ni papá los veían.
Los carteles de la ruta tenían nombres de mártires.
A mamá le lagrimeó el ojo y se le escapó un gemido cuando leyó Dolores.
Papá subió el volumen de la radio para no escucharla.
A mamá le crecieron unos cuernos de marfil de elefante.
Ella no se los veía, se miraba al espejo, se pintaba los labios.
Papá me hacía señas para que me quede callado.
Si abría la boca, me cortaba el cuello.
¿Estoy bien?-preguntaba mamá por preguntar algo.
Muy bien-decía papá.
Llegábamos a una estación de servicio, las prostitutas llevaban bandejas, rodeaban a papá y le entregaban un menu.
Un hombre cargaba nafta, papá se iba adentro de la estación de servicio.
Cuando salía mamá tenía los cuernos más largos.
Los sándwiches de mamá se iban pudriendo, y ella se los comía contenta.
-Qué lindo viaje-
Cuando se empañaban los vidrios yo escribía
death.
El auto se transformaba en auto fúnebre y seguía andando
Mamá y papá estaban muertos,
se pudrían adentro del auto.
Papá manejaba, mamá preparaba más sándwiches.

viernes, 2 de octubre de 2009

IV


Alicia trataba de acostumbrarse a los colmillos.
Pensó que le servirían para asustar a los estúpidos chicos de su barrio que la perseguían a veces para escupirla y decirle maldades.

Practicaba todo tipo de caras monstruosas y los corazones de los conejos latían alocadamente por el miedo.
Todo el mundo sabe que la amenaza más grande de un conejo es el infarto causado por el pánico.
Alicia apretó con fuerza los cuerpos de los conejos para escuchar el tic tac de los corazones, se reía, imaginaba que eran bombas a punto de explotar, ocultas en falsos conejos
y la casa, la guarida de un terrorista.
Escuchó la mano del conejo gigante y egocéntrico cerrar las canillas,
la puerta estaba entreabierta,
el conejo apareció frente al espejo y empezó a estirarse la piel del cuello,
se la ablandó como si fuera de goma, las manos del conejo forcejearon para arrancarse la cara, que de repente se convirtió en careta.
Varios conejos yacían muertos sobre el acolchado, habían muerto de pánico escénico.
¿Quién es usted? Preguntó Alicia.
Un lobo se dio vuelta y la miró con la boca abierta, una larga y delgada lengua la llamó con hambre.
III

Alicia se despertó en la cama, el acolchado de conejos roncaba tan fuerte que la despertó.
Sacudió el cuerpo y el acolchado dejó de ser acolchado, cientos de conejos volaban hacia el sillón donde reposaban las prendas de ropa de Gonsalez, el conejo gigante egocéntrico.
La puerta del baño estaba abierta, se oía la ducha prendida.
Alicia se tapó los oídos escandalizada, Gonsalez estaba desnudo.
Alicia abrió la boca para ver si todavía estaban sus dientes de coneja.
Le transpiraba la frente, y las manos,
los ventanales hacían caras de horror sobre los vidrios empañados por el amanecer.
Alicia recordó las comadrejas puritanas del bosque,
-no voy a escucharlas, no quiero escucharlas-
Sobre los vidrios se dibujaron los seños fruncidos y las peras alargadas de sus tías Moralinas,
Alicia se tocó los dientes, y el dedo se rasgó por el filo de los colmillos.
Sus dientes ya no eran dientes de coneja,
Había adolecido,
Gonsalez se los había llevado.
La coja de dentadura postiza había dicho la verdad.

jueves, 1 de octubre de 2009

Alicia ( continua)

Llegó a una habitación con grandes cortinados que escondían conejos.
La metieron adentro de una cama con un acolchado de conejos.
Detrás de las cortinas había conejos que se reían de ella.
De la araña colgaban conejos que la miraban con las orejas erguidas como esperando que ella diga algo.
Me llamo Alicia- dijo asomando sus dientes de conejo, y las orejas de los conejos respiraron.
Se abrió la puerta del baño y Alicia vio que había un conejo gigante y egocéntrico mirándose al espejo.

Alicia quiso ir al baño a verlo, nunca había visto un conejo parecido, pero un conejo le abrazó el pie, y la hizo caerse.
El golpe no dolió porque el piso era una gran alfombra de conejos que se movían y Alicia rodaba para un lado y para el otro, y se reía mostrando sus dientes de coneja.
Salió del baño el conejo gigante y egocéntrico, con olor a jabón y comenzó a increparla.
Pero Alicia no entendía el idioma de los conejos.
El conejo gigante y egocéntrico tenía un collar de dientes de conejos y en la muñeca un amuleto de pata de conejo.

Alicia se acordó de una vieja maestra coja con dentadura postiza,
una vez le dijo que los ratones no visitaban las casas de las niñas de desproporcionada dentadura,
sus dientes serían arrancados al adolecer por un gran conejo llamado Gonsalez, coleccionista de dientes de conejas.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Danger Buenos Aires

viernes, 25 de septiembre de 2009

Bajo los árboles de las palabras, en dónde duermen las imágenes,
la lengua repta y se humedece.

Personajes erráticos gritan sus nombres,
patean la niebla anónima.

Mujeres alunadas,
lunáticas yerran
la noche blanca con anteojos negros.

En las ramas de los árboles las amazonas se frotan mientras los guerreros se emborrachan,
se prenden fuego.

Los marineros abandonan el barco seducidos por una sirena gorda,
una loba de mar que se emborrachó con la espuma de las olas.
El sexo crece, desborda,
en el fondo del salón un inmenso acantilado.
Oscurece.

Noche circular, las botellas giran como las tasas de un parque de diversiones.
Vestidos blancos a lunares negros destilan el brillo de las estrellas despidiéndose.
El sol llega rodando
y aplasta los ojos de los que sostienen vasos fatigados,
bailan los hielos moribundos.
El viento huele en el cogote el olor a despedida y lo propaga por los cementerios y las chimeneas de los edificios antiguos.

Alguien rompe de una patada la bolsa que lo encuba, y sale al mundo en forma de gusano, de palabra encadenada a otra.
Fantasmas huérfanos mendigan de noche sobre las esquinas de los veranos ya idos,
no quedan ni migas.
Se arrodillan, gritan nombres y fechas
esperando que alguien los escriba
antes de extinguirse de un suspiro.

Leo o escribo solo para escuchar la voz de los mudos moribundos.

martes, 8 de septiembre de 2009

II

Los
conejos
verticales

la alzaron,

subieron
la escalera
caracol.

Alicia
volaba
en círculos
sobre una alfombra de conejos
que le aconsejaba no moverse
para no perder la virginidad.
I

En el camino había comadrejas que le hablaban el idioma repugnante de las comadrejas puritanas, educadas en la represión bestial del instinto.
Alicia avanzaba y gritaba: No voy a escucharlas, no quiero escucharlas.
El tono de las voces venía de una telaraña sonora en el tiempo, en el centro gritaba una comadreja reina comandando siervos y nietos, entre cisnes embalsamados junto a candelabros de plata.
Alicia avanzaba aunque sus brazos se batían contra las invisibles voces que rasguñaban su cara.
Insectos de larga virilidad clavaban sus falos sobre las pantorrillas húmedas hasta sangrarlas.
Su pubis era adolescente, como de algas verdes, y estaba iluminado por los rayos fluorescentes del bosque.
Una hilera de árboles la miraba pasar con las ramas erectas por su candor de virgen.
Llegó transpirada, con nauseas, a una casa habitada por conejos blancos.
La recibió una coneja con cofia y delantal de sirvienta, y olor a pan en las orejas, la abrazó y le tomó la temperatura.
Se abrió la puerta, y centenares de ojos rojos de conejos blancos la miraron.
Se desmayaron las rodillas y los muslos como chanchos exhaustos.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La noche estaba ciega por la niebla, que cubría los cielos de Londres atestados de crímenes y narices respirándolas dormidas. Las chimeneas de las fábricas empezaban a bostezar, los ferrocarriles trasladaban autómatas con ojeras como trampolines hacia la depresión de los años treinta.
El escritor acariciaba las hojas de su libro, manchadas de sangre y lloraba, no por el asesinato que acababa de cometer, no por el cuerpo sangrante de su mujer sobre los azulejos del baño.
Un gató en la vereda, revoleó la cola y tiró la tapa metálica del tacho, El escritor pensó que siempre que terminaba una novela los tachos de basura se movían hablándole, no era posible llegar a la última página sin sentir que un pedazo de sí mismo se independizaba de él y lo abandonaba.
Él era la heroína de su novela, la acribillada en la vereda por el cuchillo de Madame La Morte. Él era la cabeza de su mujer desangrándose, diciéndole que lo amaba y la sangre metiéndose por debajo de la suela de los zapatos y adentro de las uñas de los dedos de las manos. La muerte de su mujer no lo despertaba de la muerte de la otra, ni de su propia muerte que lo hacía ensuciar las páginas del libro con sus huellas digitales como si la sangre fuera propia.
La no tangible ni corpórea había muerto sobre la vereda vestida de rojo con el mismo vestido que lucía su mujer ahora muerta sobre el escenario del crimen, sobre el charco de sangre, era también su casa, y el jardín la pequeña sepultura de su pequeña mujer asesinada.
En el último tiempo había sospechado la existencia de un lazo oculto. Ahora las dos estaban muertas con el mismo vestido rojo. El nombre de una escrito con tinta negra, y él lo embadurnaba con la sangre de la otra como si los dos nombres se fecundasen en el sin aliento. La sensación era que las dos ahora eran la misma mujer o dos partes de él mismo. Corrió al baño, se resbaló sobre el charco de sangre, siguió de largo para arrodillarse en el piso, rasgar el vestido de su mujer y arrancarle el cuchillo de los senos.
La cargó en los hombros y caminó hacia el jardín. Bajo un limonero enterró a su pequeña mujer, un limón cayó sobre su cabeza cuando arrojó la última tierra que le quedaba. Dijo: ay. Desapareció de la ciudad.
La policía entró a la casa cuando una manada de cuervos desenterró a la muerta bajo el limonero. Un vecino que estaba cortando ramas de un árbol, se desmayó arriba de la escalera cuando vio a su vecina convertida en cadáver, pudriéndose. Estuvo inconsciente en una ambulancia y cuando llegó al hospital no se acordaba ni de su nombre y le preguntaba a su mujer que lloraba- quién sos?-
En el departamento la policía no encontró ningún indicio. Alguien había robado la novela con sus huellas digitales.

lunes, 20 de julio de 2009

En la torre del vacío hay un lago blanco.
Lloviznan pequeños cadáveres que atajo con los dedos.

Las pisadas de la casa en que viví se van borrando,
ya no me entra
ningún
zapato viejo.

Desaparecieron las voces que rompían mis dibujos,
los dedos que apuñalaban mis juguetes.
Nadie me señala.

La casa es la sombra de un gigante en la espalda de un niño.

El funeral es sin cirios, ni flores.
Los floreros se quedaron sin lágrimas para llorar y las flores sin olor.
No hay vecinos ni parientes,
solo la sombra de ella misma.

Una silla blanca del tamaño de un conejo en el centro del patio,
mira las palomas pasar el invierno.

domingo, 19 de julio de 2009

El dedo se mete en el agujero del vestido roto.

Cae
de cabeza
en el umbral
dónde duerme el insomnio
soñando
que
sueña.

El vestido tiene asco.

Se repugna,
se arquea,
se desliza vergonzoso.

Moños atados a las rejas de un jardín pelado oscurecen la madrugada.

Amanece
desnuda
atragantada de silencios.
.
Todos los vestidos blancos fueron a parar a la fosa de pelos,
la nariz del idiota apenas respira.

viernes, 17 de julio de 2009




sin sabor
y si sabrosura
sexy
soy yo

martes, 14 de julio de 2009

La perseguían hocicos como si sus tetas fuesen alcancías de puta vieja,
ella se escapaba,
amamantaba a los terneros con pezones dorados
y esperaba la llegada del lobo azul.
Tenía una ingle inglesa, de la que salía un torax con forma de pierna.
Se babeaba dormida sobre la funda de la almohada en la que sus padres la habían procreado.
Los labios de la boca y del sexo eran hacia adentro.
Yo pertenecía a un conjunto, cuando era feto estaba adentro de un círculo vientre que me parió pero me trataba como si todavía yo estuviera adentro de su grupo barriga, incluso cuando me crecieron las primeras canas.

Todos los fetos que sus genitales expulsó tendían a transformarse en conjunto al llegar a la edad de la adultez, pero siempre adentro del conjunto del cual fueron expulsados, es decir, se transformaban en subconjunto.

Algo promiscuo late en el fondo de un conjunto que no quiere dejar ir a los fetos procreados, que quiere acapararlos adentro de su conjunto, o convertirlo en espejo de él mismo.

Algo promiscuo absorbe el que bebe de la teta madre y elige seguir bebiendo a la hora de expulsar sus propios fetos y amamantarlos con la leche de otro.

Si esto se produce, se pierden las cualidades de la buena leche.
Fueron años de encierro, oculta en una caverna de espejos.

Hubo sombras de ojeras azules y alguien escondido detrás de una cortina de arañas y garras de pájaros.

Hay un pozo que tiene una escalera caracol hacia lo desconocido, amanecen nuevos ojos sin espejos.

El tiempo de rodillas, las venas temblorosas y absurdas tomadas de la mano hacia el abismo de la puerta.

viernes, 10 de julio de 2009

En la cabeza del tirano hay grietas, fosas, fragmentos rotos de infancias,
pánicos,
y el disfraz perverso de un senil ratón Pérez,
al que se le fueron achicando los índices y desgastándose los archipiélagos.


Los maníacos y neuróticos falos se alargaron, se volvieron tentáculos, atravesaron los dientes para pulverizar al otro.
La ceguera ocultó la liviandad del ser en las tinieblas hasta que apareció como una espina Cordelia o cordura en la corona de Lear.


La libertad salvaje del bosque me devuelve los ojos a los que pertenezco.

lunes, 6 de julio de 2009

Mamita tenía tijeras en los bolsillos.

Con cada vestidito que me rompía, me crecía una joroba a la que le subía la temperatura cuando ella me incendiaba con su lengua de energúmeno.

Yo me reclinaba llorando con mi joroba afiebrada para que mis muñecas recogieran mis lágrimas y me apagaran el fuego.
El cemento de la teta madre en la heladera donde se congelan para siempre las mentiras.
El origen se voló lejos, del otro lado del camino, dónde se alojan los muertos sin sepultura que ahorcan desde el frío con sus huesos eternos embarrados.

Alguna vez hubo un jardín. Hoy está muerto.

Alguien busca en el corazón de la ausencia restos de pelo blanco, todo es nieve en el anonimato y en las paredes que la mantienen a salvo de los gritos y los espejos que la deforman y la rompen.

Hay casas de hielo y cartas sucias sobre la nieve, restos de la amarga noche en que se voló con el sol la arena amarilla del sueño, y el amor se congeló como un pedazo de carne en la dentadura vieja del avaro.

miércoles, 1 de julio de 2009

Un tronco incrustado en el centro del pecho, con miles de raíces que beben del agua muerta y pútrida donde comen los cuervos, donde yacen muertos los cadáveres de padre
/y madre.
La plata verde sale de la boca muerta y torcida, alcancías falsas y oxidadas se derriten en los huesos de las manos grises.


Se despegan los párpados,
pegados hace mucho tiempo.
Bostezan sangre.

Una casa pasa volando adentro de una nube.

martes, 30 de junio de 2009

Tengo dos alternativas o momentos.
O soy de la épica decadente postmoderna o estoy en la opera tragicómica la valquiria de Recoleta, epíteto inventado por el negro de Caballito, que a veces borracho se transforma en el renegrido de la Matanza.
O simplemente soy la que quiere tirar una bomba Molotov desde el supermercado Disco a la ventana del indiferente cuarto por donde entró el miedo y el golpe una noche en una calle del elegante y seguro barrio, sobretodo seguro barrio de Barrio Norte.
El deseado y prometido inmueble ha sido usurpado por el capricho de no dejar ser.
Ayer mi alma agonizaba en Caballito, mientras sentía como algún Dios remoto y guerrero, me iba hundiendo la espada en el cuerpo primero desgarrándome para después entregármela en la mano.
La lana roja se iba tejiendo y la sangre por meses contenida en el hinchado e inflamado cuerpo caía, se derramaba, y el de Caballito negro y la valquiria de Recoleta, nosotros, festejábamos la llegada de la sangre mientras en la pantalla de Tv vampiros sangraban a otra gente y se amontonaban los cadáveres del holocausto.
Mi madre un día se auto-denominó Hitler frente a un amigo gay.
Las madres vampiras chupan la sangre de las hijas porque no pueden no hacerlo. Solo sobreviven las valquirias.

miércoles, 24 de junio de 2009

Primero fueron las penas, una larga hilera de hombres malparidos y seductores,
que llegaron para lacerarla con sus cigarrillos frívolos.
Todos rubios.
Sumados los hombres y las heridas, toda ella era como una pierna estirada hacia el dolor, una existencia poliomelítica en la promenade del amor.

La puta que me parió- dijo al lamer la llaga amarilla del dolor con la lengua engañada- y corrió al amanecer de la tarde como una gallina encandilada.
Todos rubios, todos gallos, con el culo parado cacareando, caminaban hacia el sol como quién camina hacia la patria.

No pudo alcanzarlos.
Todas las espaldas eran para ella una cadena de imposibles.
Ninguno pudo mirarla.
La negaban con la blonda cabellera y se metían el sexo para adentro.

En cada lágrima de ella había una historia retorcida que se transformaba en poema y sangre sobre paredes y sábanas.
Fumaba hasta marearse, lloraba, se reía y se miraba al espejo en los renglones desgraciados de las palabras-heridas.

Los pastizales iracundos encendieron el fuego una mañana en que ella amaneció desnuda, con el brazo roto, desmayada sobre una piedra y un poema.
Los rubios se inflamaron, se quemaron a la velocidad de la paja,
y de adentro de la tierra surgió un hombre negro con el sexo levantado
que la dejó sin palabras.

martes, 16 de junio de 2009

domingo, 14 de junio de 2009

La estación de subte de Congreso de Tucumán, subo las escaleras, levanto los ojos y veo el cine, (sí es por acá, él me habló del cine) levanto la mirada y veo el Havana. Entro. Me siento en el sillón verde, saco mi cuaderno. Jorge Carman, Jorge auto-hombre. Quizás en sus ancestros existió un George Carman. Digo para adentro George Carman, tiene nombre de protagonista de policial negro. Lo llamo.
- ¿Ya llegaste?
-Estoy sentada en el sillón verde frente a la vidriera-
- A sí, en el fondo, salgo para allá-
No llegué a decirle que no era en el fondo donde yo estaba, sino más bien en la vidriera del café. Si estaba esperando que me encuentre y me contrate, lo acertado era sentarme en la vidriera junto a la transparencia de los vidrios, cerca de la luz.
Él me va a buscar en el fondo, yo igual me voy a dar cuenta cuando lo vea entrar. No me equivoqué.
-Jorge, soy Candelaria-
- Vamos para el fondo-
Empecé hablando yo. Puse mis cartas sobre la mesa para que Carman pudiera sacar fotos o radiografías de mi persona: colegio bilingüe, licenciada en letras, guión cinematográfico, beca en Madrid, beca en Río de Janeiro, investigación del príncipe de Gales, cortometraje. Al fin y al cabo la experiencia acumulada se convierte en caballito de batalla en el momento de conseguir un trabajo.
De todos mis caballitos Carman eligió el príncipe de Gales que a partir de entonces se convirtió en una de las figuritas elegidas para cabalgar por Banfield, Temperley, Lomas de Zamora en los años 20. Lo atractivo de escribir sobre el pasado es saltar hacia atrás y vivir en un tiempo que ya no existe, con personajes que ya no existen o siguen existiendo a través de genes que dejaron en sus descendientes, o en la memoria ancestral que cada individuo lleva consigo sin saberlo.

Mi carácter nostálgico por naturaleza hizo que me entusiasmara la propuesta de cabalgar hacia el pasado sobre el príncipe de Gales.
Antes de despedirme me dijo que habían tres preceptos importantes para él.
1- El grave error que habían cometido los hombres en denominar a la mujer como el sexo débil.
2- ( Se la había olvidado, dijo que antes de llegar a la esquina se la iba a acordar, pero no sucedió)
3- La armonía de la ley de la selva, equivocadamente juzgada por la gente como algo malo, cuando en verdad es muy armónica.

Hice mis deducciones a lo Sherlock Homes.
cree que no es machista, puede que no lo sea, pero no puedo aseverarlo, y le gusta ser león en la selva del asfalto.

martes, 9 de junio de 2009

Dice Martin que esa es la vista desde su casita en República Dominicana. Hoy mi padre me informó que él y mi madre van a comer a lo del Chancho práctico porque hay una comida con los embajadores de República Dominicana. Cuántas coincidencias!
Por mi casa pasó un mexicano que se va a filmar a República Dominicana en unos días, y va a filmar en las tierras enanas. Atención los enanos!
Desde que dejé la Gris, no cesan de aparecerme posibilidades de trabajos exóticos para mi ojo acostumbrado durante cuatro meses a la gris rutina del tiempo y el espacio.
Algo que jamás pensé que sucedería es este abanico de posibilidades. Atrás quedó la blonda locura bajo la luz de tubo y me siento libre.

viernes, 5 de junio de 2009




viernes, 22 de mayo de 2009

TODO DE LA CANTERA DE INTERNET, UN BRIGOLAGE DOMINICANO.






















jueves, 21 de mayo de 2009

República Dominicana irrumpe en mi barco.

Fotos eróticas, rubias con pinta de trolas sedientas.

Yo misma en una foto en República Dominicana y el siamés allá.



Rasputín o el pequeño Lautrec me tira un barquito para que me embarque.

Ya pronta a salir de la gris, y la blonda locura me quiere tirar redes hacia el océano dominicano.


En República dominicana filman en Bikini, me dijo. Aunque sea laburá de tira cables.

Mompy quisiera que antes de regresar te des una vuelta por el país del hermano de Lautrec a

ver que onda.

Playas vírgenes, naturaleza salvaje, mar mar mar, y una casa vacía.

¿Qué decís?

viernes, 15 de mayo de 2009

Hay que hacer lugar

La adrenalina fue en un principio antes de nacer.
Después desapareció.
El nuevo llegó a la tierra y pensó que las caras de todos eran parte de un engranaje que venía de muy lejos.
El padre tenía sudor en la frente y las manos nerviosas cuando lo miró a los ojos por primera vez.
-Hijo- y su voz le pareció falsa.
- Agarrale la cabeza- gritó la madre miedosa con la cara húmeda de lágrimas.
Lo primero fue el miedo.
- Creo que se parece a mí- y se reía sin risa la madre miedosa para que no se le descociera la herida entre las piernas.
Las sábanas estaban sangrando todavía.
-No hay nacimiento sin sangre- había dicho el médico.
¿Para qué y por qué lo habían traído?
No había una respuesta.
Nunca la hubo.
Él nunca preguntó.
Algunas preguntas estaban tácitamente prohibidas, quizás porque no tenían respuestas.
En el hall de entrada de la casa estaba la abuela postrada esperando la carroza fúnebre.
Su muerte era inminente.
-Abuela, no hay lugar para todos- le había dicho el nieto mientras empaquetaba sus pertenencias de la época de la segunda guerra para mandarlas al Ejército de Salvación.
Mientras tanto su mujer colgaba tules blancos sobre la cuna, restos de su vestido de novia.
Una vecina que tenía una fábrica de pastas había cocinado la última cena de la abuela y la acompañaba en la antesala de la muerte mientras la abuela se despedía de su casa. Todos los perros ladraban como si estuviera por llegar la perrera a matarlos.
-¿Por qué tengo que morir?- le había preguntado la vieja sin haber probado un solo bocado.
-Hay que hacer lugar- dijo la vecina.
Y se oyó el aullido triste del perro que todas las noches besaba la planta de los pies de la abuela. Gemía y corría detrás de las grandes ruedas de la carroza y le mostraba sus dientes tristes y rabiosos al hombre fúnebre como suplicándole que se fuera.
El nuevo abría la boca y se metía la teta de la madre miedosa.
Era una teta blanca, grande y miedosa.
Era lo primero que se metía en la boca.
La madre miedosa desconfiaba de la leche de su teta pero lo mismo le pedía al hijo imperativa y amorosa que succionara. Era el primer verbo de una larga cadena de verbos.
Succionar. Lo primero era succionar la teta mamá.
-Abuela, pruebe un bocado antes de irse-
La abuela se negó y escupió sobre el plato de tallarines su última saliva.
Tocaron el timbre. La abuela salió. Una larga manada de perros la acompañó atrás de la carroza llorando. La abuela se quitó los zapatos y arrojó lo último que le quedaba de su herencia al perro más triste que corría y corría para alcanzarle sus pies.
El nuevo llegó y durmió entre gemidos de perros tristes succionando una teta madre.

miércoles, 13 de mayo de 2009

martes, 12 de mayo de 2009

La foto de Mompy es furor. Le comenté a Miguel el portero. No sabés como está Martín. Es Tarzán, musculoso, con una serpiente en el cuello. " ¿a ese qué le pasó? La falta de la bicicleta y la corrida, acordate que se mataba, ahora debe estar comiendo bien. Si- dijo - no se alimentaba bien. Después vino Fico de visita a buscar dátiles y Miguel lo interceptó en la puerta para decirle: Martincito está haciendo la gran vida, y síííí. Después me crucé con el hombrecito de traje, el Lautrec de este Mont marte porteño, y me preguntó que le había pasado a Mompy que estaba hecho un patobica.
A mi no me sorprende el cambio porque Mompy es pura Metamorfosis. Desde que lo conosco lo único que hace es mutar. Lo conocí ebria en una pileta. Diez y siete años, yo estaba en bikini sentada arriba de los ombros de otro, cerca también estaba el que se hacía llamar Puzzy. Ahora después de 14 años, puedo decir que Mompy es un transformer.

Mooooooooooooooooooooooommmpyyyy- looooveeee-eeeeeeeeeeevvvvvvvvooollllllllllllllllllllll


Emotion en el agua del Caribe, en las piletas, en nuestra otra vida de ricos sobre el tapizado negro de tu papá jugando al shangay pocker, emotion en el velero de tu papá, almorzando salmón y mirando los cachetes rozagantes de Edita Click, click, click on a horseship, sobre los cielos de caballito, en esta torre de Tacuarí y Alsina. Amo la luz de este lugar y las ventanas.

Hay una foto de Retrovil en un museo en el caribe y la aprobación de un curador al que le gustó, dice que cuando vuelva click click click y tenemos un estudio. Emotion.
A todo esto la femme bot apareció de vuelta en la historieta con los fragmentos del espejo roto en la mano. Creo que yo le fui tirando pedacitos como Hansel y Gretel, y ahora estoy sola porque mi Hansel se fue al Caribe. Ennnttoooonnceeeeeeeeesss te necesito Mompy para cualquier movimiento que requiera a Hansel.

Mommmmmmpyyy- come back.
Escribí cualquier cosa, contad sin pensar. Publicá fotos tuyas aquáaaaaa.

Love- Barbarella.

sábado, 2 de mayo de 2009

miércoles, 29 de abril de 2009


domingo, 26 de abril de 2009

Es una máquina de quejas al teléfono. Su voz tiene el zumbido del mosquito que no la deja dormir de noche. La queja sale de su boca, de sus orejas, de su nariz y hasta de su indiscreto y senil orificio que solo percibe su gato.

La muerte está escondida adentro de un taper con sopa que dejó la doméstica y espera que la vieja lo abra para tragársela y después hacer la digestión.
El gato lame el verde de los dolares que sobresalen por debajo del colchón. y maulla su herencia.

La vieja sabe que va a encontrarse con alguien, tiene la sensación de que alguien va a tocarle el timbre y después los senos. ´Tiene los labios mal pintados y un corpiño nuevo que le compró a la boliviana paralítica que vende en la esquina. La vieja busca por la casa un sombrerito rojo que está ahora, sobre la cabeza de su empleada doméstica paseando por el zoológico.
La vieja grita- Irma, Irma- como si Irma estuviese en la cocina. Irma le hace monadas al mono, se saca y se pone el sombrerito rojo y robado y le saca la lengua al mono como si el mono fuera la vieja y ella la muerte.

La vieja abre la heladera y saca el taper con la sopa de arroz que le preparó Irma. El gato abre la billetera y empieza a guardarse los verdes. Se ríe orgulloso, ningún gato sabe reírse, ni heredar, ni ser complise de un asesinato.
El mono se golpea el pecho y mira a Irma con deseo, avanza hacia los barrotes y salta sacudiendo la pelvis. La vieja se sienta y toma la sopa, el rouge se le corre. Piensa cuales de todos sus pretendientes tocará el timbre. Con todos quedaron citas pendientes.
Irma está estática mirando al mono saltar de deseo. Nunca nadie, nunca ningún hombre nunca la ha deseado de esa manera. El gato para la cola y camina sigiloso hacia el living olfateando la muerte ya salida de la heladera. El gato ve la silla darse vuelta en el aire, ve a la vieja cayéndose en el piso, escucha el crujir de los huesos como cuando una vez Irma rompió todos los vasos y todos los platos. Ve a la muerte y a la vieja revolcadas en el piso.

Irma se aleja del mono con ojos de mona apareada. Se acuerda de pronto de la sopa y empieza a correr hacia la salida del zoológico. El mono la ve alejarse y grita y gime frenético. El gato mira a la vieja muerta, con las pestañas sucias de arroz integral. El gato camina hacia su vaso de leche y piensa que el plan de Irma finalmente se ha cumplido. Lo que Irma no sabe es que él ya tiene los verdes adentro de la billetera y va escaparse con la guita antes de que el sombrerito rojo atraviese el umbral.

( QUIZÁS CONTINÚE)

miércoles, 8 de abril de 2009

Tenía tantas ganas de escribir y sigo teniendo pero estoy enojada con la luz de tuvo y me quito las ganas de escribir como si fueran anteojos, pero no se van las ganas y todo es ausencia, pozo seco.

Hay un músculo duro que no se mueve y se va atrofiando sin palabras.

Prendo uno y lo apago, escribo dos palabras, lo prendo, lo apago, exhalo humo sobre el rojo de la pared.

La blonda locura se largó a llorar hoy entre las luces del tuvo y los enanos con sellos y firmas recorriendo los pasillos de la Gris.
Tenía los ojos salidos.

Escribo, luego existo.
Inhalo canábica, luego existo.

Como si toda yo me hubiera borrado.

viernes, 27 de marzo de 2009

ttp://www.youtube.com/watch?v=TuSkyOpjoVk

MOMPI
IS GONE.

Ofendido, escenita en el messanger, se esfuma de golpe en un instante y me da vuelta la cara y ya después no aparece.

REPÚBLICA DOMINICANA IS FAR AWAY

Yo no puedo no pensar en Mompi cuando abro el escritorio de la comisura de mi labio. Cuando abro el labio de mi escritorio mental.

Y ahora mismo no puedo no pensar en Mompy y en how far away, y de repente escucho la armónica del principio de " and The fluffy clouds", la poetisa yanki drogada en la cornisa con aires de los sesentas mareada de cielos y nubes...cada vez que la escuchamos nos aparecen chispas en los ojos. LLeno la ausencia de Mompy con cielos y borradores de sus dibujitos que eran la imagen de algunos textos.

El último dibujito que puse en la comisura, uno fuxia, es de Mompi, era un borrador de esos que terminaron siendo bosques infantiles.

El siamés busca al otro siamés que ahora es rasta y anda en moto por el caribe.

ME DETENGO A BUSCAR "The fluffy clouds" en honor al siamés ido y ausente. Siempre es un viaje.

domingo, 22 de marzo de 2009


martes, 17 de marzo de 2009


Un mona atrapada en un horario en el mandato de ser primate mona y trabajar para el zoológico.
el tiempo se convirtió en migajas,
la torre está desierta, sin la bella , sin el bufón.

El aburrimiento es una capa sobre la ciudad asqueada de números y llovizna,
y la falta del quinto beatle.

Lo esotérico se hizo rasta en el pelo del mago,
la abominable certeza falsa de que todo tiempo pasado fue mejor,
hacia adelante no hay nada,
todo lo escondió el dueño del zoológico
y la mona solo puede escuchar el cric cric del llavero afuera de sus rejas.

viernes, 13 de marzo de 2009








Más triste que kingkong es atropellar a tu cachorro. Qué triste lo que le paso al rubio Fernandez.
Yo vengo de la casa de mis viejos que es igual a ausencia de gato. No da lo mismo.
Qué bronca que se me borraron todos los juegos de palabras del messanger con los negros y los renegridos. Quería hacer un collage negro con estrellas para mandárselo a kingkoncito y ahora no tengo con qué, porque los juegos de palabras se esfuman, cuando el lobo más feroz de los tres chanchitos sooplaaa y se borran los "te m..amo...musho"...
Me crecen vértebras de palabras sin músculo todavía para empezar a correr.
Soy como la rubia en la mano de kingkong, me dejo llevar, y veo a los kingkones y kingkongcitos pegarse contra el pecho demoliendo en un abrir y cerrar de ojos, en un abrir y cerrar de boca, en un beso, las telarañas de mujer histérica. Ayer soñé con mi cabeza. Estaba repleto de dinosaurios. Era como la muñequita de kingkong acechada por los tirranosaurus rex
La balada al final no terminó huérfana de mono. Al lado de un rubio siempre hay alguien negro que es la sombra del sol ultravioleta cancerígeno, es la sombra en el desierto descalzo, una sombra de paraguitas de colores sobre almohadas de pansas, un botiquín repleto de mejoralitos cuando tu mamá no te quiere comprar nada rosa en el kiosko. Vivo en un barco repleto de negros.

lunes, 2 de marzo de 2009

Negro
renegrido
con la espada en alto
contra
los escudos
de
lágrimas
y flores
rotas.

Una virgen
negra
sobre la cabeza de niña llorando,
y una vela iluminando una puertade crines negras.

domingo, 1 de marzo de 2009

viernes, 27 de febrero de 2009

Emotion de siamés

Invitación oficial

Querido Mompy

Por la siguiente te invito a que escribas en este bloch que sin vos se muere de pena.

Tenés la clave y la puerta abierta para escribir lo que se te antoje. La comisura es del siamés, mitad vos, mitad yo.

Desde la torre

De Lirio marchito post bombardeo de neura y luz de neón.

Pd: Keep the ship!

martes, 24 de febrero de 2009

domingo, 22 de febrero de 2009

Nostalgy Mompiana

Mompy tiene puesta una remera violeta hoy día de lluvia y despedida. Hoy estaba en la terraza sonaba "hotel California" de los Eagles y me vino una casacada de nostalgia que terminó en abrazo, y Mompy se me caía en el agujero de la ausencia, del " te vas".... y después quién sabe.

Estoy en la terraza de Tacuarí y Alsina, apropiandome el piso con las pisadas. Una de estas últimas noches me quedé dormida arriba de la cama con un vaso lleno de agua. Me lo tiré encima y abrí los ojos y mi mano me estaba tirando agua de mi vaso. Un carnaval, un bautismo, algo que me hizo saltar de la cama con el corazón latiendo en una carrera de susto, voy corriendo al living y Mompy me mira desde la compu y suelta la carcajada.

Nadie se ríe tanto de mí como Mompy y Mompy se va.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Mompys world

nostalgia de caballito

lunes, 16 de febrero de 2009

Es una ola con dientes mordiendo el plexo.
Te arrancan de vos misma, y te van enterrando de a poco en un colchón de papeles de oficina.
Solo una sandía volando podría salvarte y hacerte sonreir.
El sexo en los colchones inflables, por las noches,
cuando las luces rojas titilan de placer.
Las letras y las palabras están paralizadas, y nadás a contramano en un mar iluminado por tubos.
Querés vomitar las palabras como una sopa de letras, sacartelas del fondo de las zapatillas y que te crescan sobre los muslos hasta enmohecerte de musgos y verbos.
El doble siempre te toca los codos, a la mañana, cuando caminás hacia la oficina.
Los fragmentos del espejo roto en los sueños, en suegras edulcoradas,
en los textos que crecen e hibernan sin saber si van a llegar al verano con vida.
Los barcos atados a los muelles golpean la madera hasta gemir de impotencia.

jueves, 12 de febrero de 2009

Mompi me pide que escriba pero después no me hace ningún dibujito y el bloch pelado es un calvo aburrido. Mompi se va y yo quedaré flotando en la torre de Tacuarí y Alsina. Uno de mis mejores programas es poner la reposera en el living y acostarme a recibir un chorro de luz de tarde. Esta puede que sea mi última noche en juncal. Quizás mañana. Ya se fueron casi todos los libros, la bibliteca vacía es un esqueleto. Muere una casa que habité casi 4 años. Recuerdo una conversación muy nítida que tuve con Mompi a penas encontramos la morada, yo la agente inmobiliaria:
- Siento que la casa es también un poco mía
- Por?- Me dijo Mompi con el ceño fruncido.
- No sé-

Y ahora estoy llevándomems pertenencias y pienso en comprarme una pelopincho. Mompi estará nadando en las aguas del caribe.

lunes, 9 de febrero de 2009

La escritura repta arrastrando una muleta.
Los puños cerrados de la bronca
de coartarse,
Y ahogar las palabras en una pecera de flores lilas
en la que flota una Ofelia.
Si no escribe o inventa alguien o algo,
alguien le muerde el pelo y se lo va comiendo.

Hay una canilla siempre goteando
Y van cayendo las gotas mientras los viejos se mueren
Y llegan los nuevos a que les inventen un nuevo nombre.

Hay una gota y otra gota y otra…

domingo, 8 de febrero de 2009

Un cumpleaños de derrota

Fueron unos treinta y uno jodidos. Ùn clericó de mierda. Desde ya les digo que festejar el cumpleños con clericó confeccionado con un vino de medio pelo es lo peor que te puede pasar. Abrazaba el inodoro y miraba a mi amiga Moretti que estaba mirándome como a los 15 años abrazando el balde en su morada de Olivos. Solo que habían pasado 15 años desde entonces. Será que uno es una máquina de repetirse.
Un se cree que porque tiene 31, esas cosas ya no pasan. No se confundan.

Ya van dos cumpleaños que salen bastante como el orto. El año pasado fue una pesadilla Bórbica. La borba era un especie de robot neurótico mandando proyectiles en la ciudad de Río de Janeiro. Cuando la ví llegar a la terraza de Mompy le dije " hace un año la guerra".
Me sonreí, me sentía algo mareada pero igual no podía dejar de sonreir porque era mi cumpleaños y entraban mis amigos y me saludaban y me daban regalos, y todos festejabamos mi existencia, y la noche todavía era un proyecto cuando de repente sentí una patada en el estómago, una patada con botines de clericó y .....tomá tomá tomá, para qué tengas. Como si me patearan antes de nacer de nuevo hasta dejarme knock out en una cama.

No estar para el cumpleaños de uno, estar black out tirada como un despojo mientras todos afuera se devoran una noche de luna y vientito y velitas, y un frasco repleto de flores y una caja de alfajores milka ( todo regalo de mi cumple).

Al día siguiente las patadas fueron muchas más, era como un equipo de futbolistas jugando con mi estómago. Descubrí entonces cuan lejos estaba el baño del cuarto de Mompy y cuan rugientes pueden ser las entrañas en las tormentas post etílicas.

En pocos días me mudo a la casa de Mompi y Mompy se va quién sabe hasta cuando. Empecé los treinta y uno muy mal. Algo me dice que va a ser un gran año.
Solo necesito inmunizar mi estado anímico a la luz de tubo de empleada pública. Dejar la flor de piel constante y tener la fé de Sancho siguiendo al Quijote.

martes, 27 de enero de 2009







lunes, 26 de enero de 2009

sábado, 24 de enero de 2009

viernes, 23 de enero de 2009

La Borba dijo en el messanger una gran frase:

Somos animales salvajes en esta jungla de cemento. No puede ser más acertada. Pienso que la Borba quizás no hubiera sido tan Borbaviolenta si no hubiera estado atrapada en la jaula de la petrolera. Lo intuyo porque este año me tocaron jaulitas y olfatié la alienación y pensé "La Borba se llevó la jaula a la playa de Copacabana y a la morada de la bruja en el jardín botánico.

Esa desquiciada necesidad de un maletín repleto de cremas, de meterse en la ducha en el momento de ir a la playa a festejar mis treinta y mi 5 de febrero, no pueden ser más que reacciones de una fiera atrapada en el cemento del petroleo.

Este año estamos lejos de los aviones, ninguna vacación. La borba está cumpliendo sueños de niñas que quieren ser Vedettes, mutilados que quieren piernas. Se pasó toda la noche de año nuevo contestando mensajes de texto a la gente a quién Borba había ayudado a cumplir su sueño realidad. Doy fé que se la veía feliz. Luego me toco compartir un colchón en el que dormimos torcidas. Borba tenía puesto el vestido de su abuela, un vestido de una época de esplendor en la que era posible tener un vestido con piedras semi preciosas.

Ana es madre y está acochambrada en una quinta con Divinas Glorias con la teta siempre lista para acallar los berridos del niño que llora.

Me sigo preguntando por qué será que la pasamos tan mal en ese viaje y sinembargo no queremos dejarlo ir.

El Biodrama a un año de Río de Janeiro

Life´s gonna drop you down like a limb from a tree dice:
puse foto de la cajita en el blog
Life´s gonna drop you down like a limb from a tree dice:
la tuya
Life´s gonna drop you down like a limb from a tree dice:
con presta
ALU dice:
muy bien
ALU dice:
algun dia voy a volver a pasar por el blog
ALU dice:
pero es como esas casas q cuando te fuiste, te da miedo pasar
Life´s gonna drop you down like a limb from a tree dice:
tenés la puerta abierta y nada de que asustarte y lo sabés
Life´s gonna drop you down like a limb from a tree dice:
no ficcionalices
Life´s gonna drop you down like a limb from a tree dice:
quizás ya sentís que no perteneces
Life´s gonna drop you down like a limb from a tree dice:
pero la puerta no la cerré yo.
ALU dice:
lo se
ALU dice:
yo no dije q me senti echada, solo q me senti fuera
ALU dice:
como vos decis, q ya no pertenezco,
ALU dice:
pero el tiempo dira
ALU dice:
por lo pronto yo tambien subi la cajita de presta a mi pagina de facebook
ALU dice:
tendrias q subir mi frase al blog
ALU dice:
animales salvajes para esta jungla de cemento
ALU dice:
era distinta
ALU dice:
era
ALU dice:
animales salvajes en esta jungla de cemento