lunes, 20 de julio de 2009

En la torre del vacío hay un lago blanco.
Lloviznan pequeños cadáveres que atajo con los dedos.

Las pisadas de la casa en que viví se van borrando,
ya no me entra
ningún
zapato viejo.

Desaparecieron las voces que rompían mis dibujos,
los dedos que apuñalaban mis juguetes.
Nadie me señala.

La casa es la sombra de un gigante en la espalda de un niño.

El funeral es sin cirios, ni flores.
Los floreros se quedaron sin lágrimas para llorar y las flores sin olor.
No hay vecinos ni parientes,
solo la sombra de ella misma.

Una silla blanca del tamaño de un conejo en el centro del patio,
mira las palomas pasar el invierno.

domingo, 19 de julio de 2009

El dedo se mete en el agujero del vestido roto.

Cae
de cabeza
en el umbral
dónde duerme el insomnio
soñando
que
sueña.

El vestido tiene asco.

Se repugna,
se arquea,
se desliza vergonzoso.

Moños atados a las rejas de un jardín pelado oscurecen la madrugada.

Amanece
desnuda
atragantada de silencios.
.
Todos los vestidos blancos fueron a parar a la fosa de pelos,
la nariz del idiota apenas respira.

viernes, 17 de julio de 2009




sin sabor
y si sabrosura
sexy
soy yo

martes, 14 de julio de 2009

La perseguían hocicos como si sus tetas fuesen alcancías de puta vieja,
ella se escapaba,
amamantaba a los terneros con pezones dorados
y esperaba la llegada del lobo azul.
Tenía una ingle inglesa, de la que salía un torax con forma de pierna.
Se babeaba dormida sobre la funda de la almohada en la que sus padres la habían procreado.
Los labios de la boca y del sexo eran hacia adentro.
Yo pertenecía a un conjunto, cuando era feto estaba adentro de un círculo vientre que me parió pero me trataba como si todavía yo estuviera adentro de su grupo barriga, incluso cuando me crecieron las primeras canas.

Todos los fetos que sus genitales expulsó tendían a transformarse en conjunto al llegar a la edad de la adultez, pero siempre adentro del conjunto del cual fueron expulsados, es decir, se transformaban en subconjunto.

Algo promiscuo late en el fondo de un conjunto que no quiere dejar ir a los fetos procreados, que quiere acapararlos adentro de su conjunto, o convertirlo en espejo de él mismo.

Algo promiscuo absorbe el que bebe de la teta madre y elige seguir bebiendo a la hora de expulsar sus propios fetos y amamantarlos con la leche de otro.

Si esto se produce, se pierden las cualidades de la buena leche.
Fueron años de encierro, oculta en una caverna de espejos.

Hubo sombras de ojeras azules y alguien escondido detrás de una cortina de arañas y garras de pájaros.

Hay un pozo que tiene una escalera caracol hacia lo desconocido, amanecen nuevos ojos sin espejos.

El tiempo de rodillas, las venas temblorosas y absurdas tomadas de la mano hacia el abismo de la puerta.

viernes, 10 de julio de 2009

En la cabeza del tirano hay grietas, fosas, fragmentos rotos de infancias,
pánicos,
y el disfraz perverso de un senil ratón Pérez,
al que se le fueron achicando los índices y desgastándose los archipiélagos.


Los maníacos y neuróticos falos se alargaron, se volvieron tentáculos, atravesaron los dientes para pulverizar al otro.
La ceguera ocultó la liviandad del ser en las tinieblas hasta que apareció como una espina Cordelia o cordura en la corona de Lear.


La libertad salvaje del bosque me devuelve los ojos a los que pertenezco.

lunes, 6 de julio de 2009

Mamita tenía tijeras en los bolsillos.

Con cada vestidito que me rompía, me crecía una joroba a la que le subía la temperatura cuando ella me incendiaba con su lengua de energúmeno.

Yo me reclinaba llorando con mi joroba afiebrada para que mis muñecas recogieran mis lágrimas y me apagaran el fuego.
El cemento de la teta madre en la heladera donde se congelan para siempre las mentiras.
El origen se voló lejos, del otro lado del camino, dónde se alojan los muertos sin sepultura que ahorcan desde el frío con sus huesos eternos embarrados.

Alguna vez hubo un jardín. Hoy está muerto.

Alguien busca en el corazón de la ausencia restos de pelo blanco, todo es nieve en el anonimato y en las paredes que la mantienen a salvo de los gritos y los espejos que la deforman y la rompen.

Hay casas de hielo y cartas sucias sobre la nieve, restos de la amarga noche en que se voló con el sol la arena amarilla del sueño, y el amor se congeló como un pedazo de carne en la dentadura vieja del avaro.

miércoles, 1 de julio de 2009

Un tronco incrustado en el centro del pecho, con miles de raíces que beben del agua muerta y pútrida donde comen los cuervos, donde yacen muertos los cadáveres de padre
/y madre.
La plata verde sale de la boca muerta y torcida, alcancías falsas y oxidadas se derriten en los huesos de las manos grises.


Se despegan los párpados,
pegados hace mucho tiempo.
Bostezan sangre.

Una casa pasa volando adentro de una nube.