martes, 5 de octubre de 2010

El derrumbe doloroso,
derrumbado en el tajo del pecho,
Oxidándose,
sinrumbo,
como el manubrio de la bicicleta de un ciclista paralítico.

La leche derramada en los desayunos de las últimas mañanas de los últimos meses.

Las avispas de cola larga en las tazas de miel y musgo que aparecen por la casa cada vez que camino descalza por el techo.

¿Si la libertad es amor, por qué el amor no es libertad?

domingo, 12 de septiembre de 2010

 
Posted by Picasa

miércoles, 8 de septiembre de 2010

 
Posted by Picasa
 
Posted by Picasa
 
Posted by Picasa

miércoles, 25 de agosto de 2010

Las palmeras se robaban las palabras, las caras, los recuerdos, las personas.
El cerebro deshidratado por el ayuno y los viajes en green Jets, se parecía a un coco flotando en el agua.

Los vasos de Rohn con Cola se vaciaban en manos de los yanquis con pansa empachados en la orilla, digiriendo el Buffet del all Inclusive, rostizándose como cerditos al fuego, bajo el sol rojo de la tarde.

La arena blanca, fue siempre a mis ojos, cada mañana
un presagio,
una promesa eterna de puerta abierta al paraíso turquesa dónde se lavan las heridas con sal y espuma,
desaparecen las miserias ciudadanas, se derriten los fracasos.

Fuck Detroit!
Fuck, fuck them all,
Fuck me,
Grita Crazy Trazy, dejando caer su vestido, iluminada por la luna de queso de Bávaro,
asomando sus pechos sesentosos a través de una ventana.

El wachiman se tapa la cara con su sombrerito de marinero blanco, ella vuelve a gritar, Fuck me, como obligando al moreno, simplemente por tener él, un rabo entre las piernas.
Trazy asoma un machete detrás de su espalda, cuya sombra se agranda en la pared de la locura de la noche.
El wachiman sale corriendo a pedir ayuda, sin ni siquiera animarse a levantar su sombrerito, caído en el suelo.

Una perra callejera aúlla en la vereda mendigando sexo,
podría llamarse Trazy, pero no, no tiene nombre ni dueño.

viernes, 23 de julio de 2010

Trip Advisor

Lluvia tropical, incesante,
el mar se vacía, las nubes se degluten el aburrimiento de la gente.

De las napas de la tierra emerge jabón,
el camino es un salpullido de charcos.

El espacio se achica, el mar se vuelve de juguete.

M se robotiza con sus novias, horas prolongadas en el que desfilan por la casa muñequitas digitales de todos los colores.
El amor se me vuelve un helado de frutilla derretido al sol, y las novias eslabones de fábricas de muñecas y muñecos de tortas.

jueves, 22 de julio de 2010

Paracaídas roto

Cielo negro sobre mar verde turquesa,
un viento salvaje, con aliento de huracán, azota la orilla.
La gente corre como una manada de hormigas, recoge sus pertenencias bajo la lluvia con los pelos al viento.

Un paracaídas se accidenta, se rompe una soga.
El paracaídas escindido de la lancha y sus marineros dominicanos, con gente atada, se arrastra veloz sobre el mar.
Una pareja de humanos eyectados del mar se desplaza sobre la arena blanca a la velocidad de un sombrero.

Un grupo de 14 hombres corren a sujetar el paracaídas roto, para evitar que los turistas salgan volando.

la vida del fotógrafo

M trabaja sin parar, se consume, se le asoman los troncos sanguíneos de los brazos, está flaco como Jesus recién crucificado. Por momentos de tan cansado parece un fantasma caribeño con ojeras de arena blanca y mar turquesa.

Se levanta a las cinco de la mañana, llega al hotel a las cinco y media para hacer el “trash de dress” de los novios al amanecer. Los wachi-manes contratados por el hotel (monos del siglo 21, de marote rígido) no lo dejan pasar, ni avisarle a la novia que lo está esperando con el vestido puesto para “trashearlo”. Piensan que si viene fuera del horario habitual vendrá a hacer disturbios, a robar, quizás. Son primates disfrazados de policías.
Según el word referente de Internet, trash es destrozar, tirar a la basura. “Trash de dress” significaría destrozar el vestido. M no les saca fotos a las novias embarradas o saliendo de adentro de un tacho de basura, sino más bien todo lo contrario. Ellas siguen las instrucciones del fotógrafo y se trasforman en divas. El supuesto “trash de dress” es una buena excusa para revolcarse con el novio en el mar, jugar a ser una Maddonna, Audry Herpburn, y que quede registrado en fotos digitales por los siglos de los siglos.
Dice M, que la intimidad de una pareja que se entrega a la pasión y se olvida casi de su presencia, puede levantarle la temperatura del cuerpo.

M vuelve frustrado de discutir con los primates polizontes, le “trashearon” el business. Se los dijo: “gracias por arruinarme un trabajo de 200 dólares”.

Vuelve a su casa, sigue editando porque sino no llega a entregar los trabajos pendientes, yo mientras duermo como una osa caribeña. La noche anterior M se quedó trabajando hasta cualquier hora, editando a la bruja cachabacha, una mujer no muy agraciada, que vino a celebrar al paraíso dominicano su aniversario de casada. Entre otras desgracias tiene boca de guasón. M frente a la computadora, agotadísimo de retocar con el photoshop me dijo: “yo a ésta cachavacha la voy a dejar hermosa.” Me conmovió.
Se compenetra tanto con el sueño de las chicas (hasta sesenta aprox) de transformarse en princesas, que las hermosea hasta casi eliminar todo defecto. Las princesas después lloran cuando se ven, a veces los novios se conmueven, y a veces hasta él termina llorando con ellos y diciendo: “It´s all about love”.

lunes, 19 de julio de 2010

martes, 6 de julio de 2010

Otitis caribeña

Empecé a sentir que se me infamaba la oreja izquierda. Me dolía cuando me tocaba. Cada vez era un poquito peor.
Nos subimos a la moto para encarar la ruta en busca de un locutorio. Como siempre largué gemidos de miedo en las curvas en que la moto se ponía a 45 grados del asfalto. Mi torso apoyado en la espalda de M, mi mano en su pecho, ráfagas de miedo.
Cuando le pedí que bajase la velocidad me puteó, me dijo nena caprichosa. Es que me da miedo le dije como si fuera mi papá.

Locutorio, llamado a Assit Card en los United States of America: hola tengo dolor de oído, ¿Me dan el nombre de una clínica en Punta Cana?
Felizmente estábamos cerca porque sentía la oreja grande como la de dumbo, sordera, oído tapado como cuando despegás o aterrizás en un avión, molestias.

La clínica estaba pintada de celeste nene. La ausencia del blanco enfermizo de las paredes convencionales de los hospitales me alivió.
Dos recepcionistas en la mesa de entrada se entretenían en el messanger, una escribía, la otra miraba el diálogo de su compañera, como una Messenger voyer.

Entramos con M a un cuartito donde había una mujer extremadamente risueña, me tomó datos, me hizo firmar papeles, escribir direcciones. No se parecía a las recepcionistas de Medicus ni de Osde, me hacía firmar y se reía como una hiena que entrega cócteles y maracas en un bar.
M le preguntó si conocía a la rusa desnucada. ¿Quién? Una rusa que se desnucó al caer de la tarima en un boliche. La novia de Johnny el venezolano, estuvo internada acá y el chiste le salió a Johny como 10.000 dólares. Sentí la náusea, ellos estaban disfrutando, se explayaban en detalles morbosos, le pedí a M se dejara de hablar de mujeres desnucadas, y a la secretaria caribeña le pedí con cara seria que me llevara con el médico porque me sentía mal.

Me atendió un negro disfrazado de médico en un consultorio que parecía una maqueta.
Sobre la mesa dos portarretratos con fotos de las hijas, en números estaban escritas las edades, a modo de recordatorio. Me tomó la presión, al final mi pulso iba a mil por horas, pero a él le pareció que estaba bien. Me dijo que tenía laceraciones y mucha arena, una infección externa en el conducto.
En la laptop del doc, vi que estaba abierta la foto de una putita sensual medio en bolas. Mientras el negro estaba distraído llenando una jeringa de líquidos, le hice un gesto a M para que mirara la foto en la laptop. No me entendió. Repetí el gesto unas cuatro veces, pero no había manera de que entienda, me di de baja. Cuando el negro apretó la jeringa y me introdujo en el oído líquidos limpiadores, sentí que el mar me atravesaba el cerebro. Esto es horrible, basta, dije. Es como la locura misma. M se quejaba de no haber llevado su cámara.

domingo, 4 de julio de 2010

sábado, 3 de julio de 2010

Caminamos 8 kilómetros bajo el sol rajante hasta llegar al final de la bahía. Nos dijo un dominicano (empleado de un hotel) que era peligroso cruzar hasta el arrecife, iban a venir los violadores, estaban escondidos en la selva.
M gritaba: “¿Vos la querés violar? Mirá yo no soy turista vivo acá hace más de un año.” Insistió para que lo ignoráramos, caminamos hacia el agua para llegar al arrecife en busca de los peces de colores. Un segundo dominicano recién despertado empezó a gritar: “vuelvan, es peligroso.” Volvimos, M lo enfrento: ¿Vos también la querés violar?
-Basta, cortala, dejá de ponerme en el lugar de la violada- le grité.
Nadamos 1000 metros, no vimos un solo pez de color, cada tanto sacaba la cabeza del agua para chequear que no bajaran de la selva dominicanos con falos alzados.

lunes, 28 de junio de 2010

domingo, 27 de junio de 2010

Traje de fotógrafo

desde el balcón de la casa de M

Encontrarme con M después de un año y medio fue la explosión de un fuego artificial en el cerebro. Un chorro gigante de ideas, un despertar montada a un arco-iris caribeño. Me dormí sobre el estómago de un gordo invierno gris, desperté una mañana turquesa y blanca en el país donde vive la gente más feliz del mundo. En el muelle de la playa, frente a la casa de M corren niños morenos, mojados y brillantes, como de chocolate, chorreados de luz.
Trauma Aventura nace en el año 78, a los nueve meses, antes de cumplir el año, nacen sus dos hijas: Miedo y Adrenalina, dos mellizas que quieren arrancarse mutuamente la nariz. Miedo es gorda, Adrenalina es escuálida, histérica, sedienta como lengua apuntando al desierto.
Bajo un sol macuco de mañana caribe, acompañé a M en moto a comprar una camisa blanca en Armani para fotografiar la boda hindú.
Estoy aprendiendo a inclinarme hacia el lado correcto cuando la moto agarra pronunciadas curvas a alta velocidad. La adrenalina me asalta y mi miedo abraza el torso de M, se acerca al asfalto en movimiento hasta casi tocarlo.
La adrenalina es como cuando algo te salpica. No hay manera de volver atrás. Se parece al miedo agarrando la curva.

sábado, 26 de junio de 2010

Una ola caribeña lame las heridas de la absurda subsistencia, los mediocres y los rencores fueron enterrados bajo las cadenas del pupilo que no se animó a escapar.

El mar turquesa canta y moja a los esclavos africanos que corren.
Crecen palmeras en el desierto y líneas sobre una mano ciega que lloraba sobre su destino.

El mundo era un maní encerrado en un puño, sopló la libertad, y todo se expandió en la isla de piel de durazno negro.

Se desató el nudo que ataba a la mujer gorda a la vaca muerta.

jueves, 10 de junio de 2010

Horas prolongadas tejen murales de silencio.
El corazón acorazado, atado de pies y manos.
El amor se despedaza, se fractura como una pierna que no sabe gritar.

Pulmones enarbolados de humo.
Lágrimas congeladas de muñeca rota.
El mono se va corriendo por el bosque,
el cielo está triste y rosa sobre la casa.

Ella lo mira desde una ventana que se convierte en despedida.
Alguien que no sabía no llorar ahora no sabe llorar.
¿Será que no quedan lágrimas en el pantano donde se ahogan los caballos?
Amores de lágrimas gordas se adelgazan, hay cascotes y piedras sobre una herida tapada de mudos y silencios.
Escribir como desangrarse en el lavatorio donde se lavan los dientes.

domingo, 16 de mayo de 2010


viernes, 14 de mayo de 2010

jueves, 13 de mayo de 2010

Ladra la imposibilidad,
Atacan los humores del perro que quería ser gato.

La puerta del juego inerte bajo un mural de cerraduras momificadas.

la rutina mastica las agujas de los días, las piernas de los relojes.
La que era no es y sigue siendo, paralítica espera tirándose arena, la resurrección del pájaro que se llevó sus fémures.

Hay un manto de lamentos sobre la podredumbre de no ser.
La impotencia, el escenario inmóvil donde las manos son muñones que no llegan nunca a acariciar el gato negro de los sueños.

domingo, 2 de mayo de 2010

domingo, 25 de abril de 2010

El tiempo irreversible, la muerte de todas las cosas,
la muerte de la muerte,
Un tobogán de cementerios ondulantes como montañas rusas,
sábanas y cuerpos.

El ritual de asesinar todas las macetas.
Fotogramas de escenas inconclusas en películas concluidas.
Respiro, camino y concluyo pero no concluyo y sigo caminando y respirando.
El fin, una bandera de piratas el medio del jardín, sobre un cantero de agonías que lloran.

Sentado en el lecho un puerco espín se deglute un pic-nic de cadáveres y mira la ventana.

sábado, 24 de abril de 2010

Amorriendo
amollorando
amurida
amortomada

Love

Amor
se resiente
se deshoja
se resbala
se desflora
se desangra
se desmadra
se desnutre
se embalsama
se desmaya

Amor
se desvena
se desverde
se deshuesa
se desllave
se descasa
se desropa
se desperra
se desesperra
se garrapata.

jueves, 8 de abril de 2010


martes, 6 de abril de 2010

Una niña procreada en un cementerio, de ojos rojos, nacida entre calas y perros como lobos que olfatean cadáveres calientes.
La madre enhebra ramos de flores, las vende a los que llegan para despedirse de los muertos, regala estampitas con santos, a los que lloran.
El padre es un fantasma de pelo blanco que camina arrastrando una pierna.
La niña se parece al padre: tiene mechones de pelo rubio que se vuelven rojos cuando el sol se prende fuego en el horizonte.
La niña crece, juega entre lápidas, bóvedas y nichos.
Imagina historias entre los que fueron comidos por las bocas del cementerio, y quienes frecuentan a los muertos.
La niña tiene una cámara de fotos que encontró sobre la rama de un árbol, saca fotos a los vivos y a los muertos.
La niña salta a la soga y repite de memoria nombres inscriptos en lápidas, canta y baila canciones de muertos.
Una noche de tormenta, llueven renacuajos y sapos.
Alguien se roba tres lápidas en la que se inscribe un mismo apellido con tres nombres diferentes.
La niña está dormida, su madre al lado, le teje un sueter rojo para el invierno.
La niña entre sueños repite tres nombres y un apellido, entre ellos el de su padre.

sábado, 3 de abril de 2010

La luna azul
disfraza la noche.
Niños de cabeza grande
siguen a los perros caídos de las estrellas.

Ojos circulares como lupas en una ventana redonda.

viernes, 2 de abril de 2010




jueves, 1 de abril de 2010