viernes, 23 de enero de 2009

La Borba dijo en el messanger una gran frase:

Somos animales salvajes en esta jungla de cemento. No puede ser más acertada. Pienso que la Borba quizás no hubiera sido tan Borbaviolenta si no hubiera estado atrapada en la jaula de la petrolera. Lo intuyo porque este año me tocaron jaulitas y olfatié la alienación y pensé "La Borba se llevó la jaula a la playa de Copacabana y a la morada de la bruja en el jardín botánico.

Esa desquiciada necesidad de un maletín repleto de cremas, de meterse en la ducha en el momento de ir a la playa a festejar mis treinta y mi 5 de febrero, no pueden ser más que reacciones de una fiera atrapada en el cemento del petroleo.

Este año estamos lejos de los aviones, ninguna vacación. La borba está cumpliendo sueños de niñas que quieren ser Vedettes, mutilados que quieren piernas. Se pasó toda la noche de año nuevo contestando mensajes de texto a la gente a quién Borba había ayudado a cumplir su sueño realidad. Doy fé que se la veía feliz. Luego me toco compartir un colchón en el que dormimos torcidas. Borba tenía puesto el vestido de su abuela, un vestido de una época de esplendor en la que era posible tener un vestido con piedras semi preciosas.

Ana es madre y está acochambrada en una quinta con Divinas Glorias con la teta siempre lista para acallar los berridos del niño que llora.

Me sigo preguntando por qué será que la pasamos tan mal en ese viaje y sinembargo no queremos dejarlo ir.

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