jueves, 29 de octubre de 2009

Había una vez un palacio,
Mamá y papá han muerto- gritó la voz ronca de una princesita.

Princesas enanas en triciclos, vestidas de luto esperando que llegue el circo.
Los reyes, dos gigantes procreadores de enanas
muertos
sobre la mesa del jardín con las ropas abiertas.
los zapatos puestos.

El rey está muerto pero tiene una mano sobre los pechos enanos de la reina gigante.
Fue su última voluntad, dijo una enana
y leyó el kamasurtra.
El cerdo está sentado en el trono con la servilleta puesta.
Algo crece sobre las paredes,
se devora los tapices, los cuadros.

Un lacayo se arrancó los ojos y mendiga en la puerta ciega del palacio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jijiji