martes, 25 de diciembre de 2007

Can y la pequeña Edith en su moto les desean

La venda en los ojos de Edith representa lo incierto. Lo importante es no parar la moto y mantenerla siempre alerta, encendida. La banda o venda en los ojos va y viene, de a ratos uno está ciego, o le arrancan los ojos como Edippo, y otras veces se ve demasiado, ( y somos como videntes). A veces no hay banda sonando y todo es silencio sin presagios hasta que suena una trompeta que augura un camino que se abre. "no hay banda" dice una voz de David Lynch en en Mujol and drive ( no tengo ni puta idea como se escribe, pero así se ve bien) Creo que la traducción es "El camino a los sueños", o algo así. De cualquier manera era el nombre de la carretera donde la chica se despierta ensangrentada y desmemoriada después de habérsela dado con el auto. En la misma ella se despierta y debe empezar a andar.

Edith es original de Candys Bar en España. La encontré una tarde con mi amiga Valeria, la compré a solo 2 euros, y ella me conquistó de entrada. Después fue como una Diosa de culto en el 134. Me acuerdo en el 135 ( el cuarto del méxicano, de Alex mi hijito) querían usurpármela y Ruben trataba de convencerme que podía traerme mala suerte, que mejor por qué no se la regalaba y yo vacilé, la persuación colombiana era buena o yo muy boluda frente a sus palabras. ( Quizás ambas) Algo mío quiso regalársela en ese momento. Pero No. Edith debía llegar a Buenos Aires, a mi pequeño bulo coloreado, rojizo. Ojalá nunca se me rompa y me acompañe en los años que quedan con su moto rosa roja, su boca de muñeca inflable, su pelo de Edith Piaff muriéndose en la película que se canta y re canta "Ja ne regrette rien". Ese tema que todos quisieramos cantar en las últimas, igualito a "I did it my way" de Frank Sinatra.

Habría que cantar esos temas cada fin de año: no arrepenirse de nada, y decirse a uno y al mundo " bieno o mal, pero I did it my way.". Se va el 2007 y con él una serie de hechos sucedidos, imborrables, y llega el número 08 tan incierto, y uno se siente como la chica que se despierta en mujol and drive, y el camino de los sueños, aunque con algo más de memoria y sin sangre. Pero la pregunta ¿ahora qué? rebota y uno sabe que seguirá andando y buscando puertas que se abran, suene o no la banda, este todo negro por la banda o la venda. La moto de Edith está siempre encendida.

3 comentarios:

Juan Gonzalez del Solar dijo...

Querida Cande, yo también te deseo un novísimo año.
Se vienen momentos de realidades.

Abrazo enorme muy querida amiga

Anónimo dijo...

Candelirio de mi vida, me sumo a los deseos de felicidad y realidad de nuestro comun amigo Juan.
Juan, aprovecho para mandarte un beso enorme y espero verte bien pronto, como decis vos.
Candelirio, tu realto es hermoso, magico, como siempre y como todos tus textos. Gracias por tanta belleza. Solo te pediria q me des mas tiempo para leer, siempre siento q estoy atrasada...
Besos,
Borba.

blindjeremy dijo...

Te falta contar que aquella chica de la moto, llevaba dos ojos anticonceptivos, como si también se negara, cuando no tenía banda (toda la banda) a ver. No lo concibo. Pegadas con crema dental. Como para tener una mirada fresca.