miércoles, 23 de enero de 2008

Es un buitre negro,
un murciélago
aleteando
adentro de la piel.

Desgarra con pesuñas
los colores del amanecer.
La marea alta
me retuerce
en el vacío de las cosas.

Sepulcros,
silencios átonos,
palabras que van y vienen
sin decir nada,
en una isla
sin nombre.

Hay un ojo que busca la música,
Y una mano que busca otra mano
detrás de la jaula.
Es un gorila que ama a otro gorila
atrapado en sí mismo.
Es un sordo que busca su oído
en las calles mudas.
Las sábanas fueron hechas para los amantes,
no para los muertos,
que quieren irse
con sus huesos.
Quítenme el manto negro,
quiero alejarme de los piratas saqueadores,
Y de los hospitales,
agónicos.


Las bocas negras muerden la piel de durazno,
Y dejan restos de hienas risueñas.
Me rasco las picaduras con larvas
en las nalgas inocentes
y espero la llegada del cielo celeste,
acurrucada
con los ojos abiertos
como quien sigue respirando,
al mirar el horizonte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo que ahora seguís en plan me voy a vivir a la isla, pero un pelín depre...
¿O no?
Cande, si te vas a vivir al caribe la onda depre no pega para nada. Ahi lo que va es lucir curvas, instalarse en la peluquería, y las joyas de oro. Nada que ver con buitres negros, murciélagos y tal.

Anónimo dijo...

lulu de memoria sabés que los murciélagos se me meten adentro de los Caribes y no hay manera de detenerlos. La ida al caribe no es ahora, quizás en un tiempo cuando el hombre que me va a dar trabajo se acomode. Sabés quien es? Adivina... Pista: Es pequeño.

Anónimo dijo...

QUE!
¿¿¿¿Quien??????
¿Será tu ex, el que está en política???
No me lo creo.
A ver si de una vez el murciélago se convierte en un buen Batman que valga la pena!

Anónimo dijo...

La misma sangre corre por sus venas. Es el pequeño que patinaba en rollers por Barcelona y hacía de las suyas. Parece que ahora está montando una gran empresa allá. En fin...