viernes, 4 de enero de 2008

A tono con la quema y los fantasmas

Consejos de la otra a ésta


La pupila le tiembla,
no sabe,
no puede
olvidar.

Camina hacia delante, hacia atrás.
la cabeza se le dio vuelta,
la nuca arriba de las tetas,
y los ojos sobre los omóplatos.

Ve a dos que se besan,
llora la ausencia de su Dios.
ella lleva sus ofrendas, aunque ya no estén.
en una mano mar mediterráneo,
en la otra pelo rubio y costillas de él.

Se corta el pelo, se disfraza de otra,
pero las tripas son las mismas.
La misma ahogada aparece enredada en sus manos verdes.

Date cuenta, idiota.

Sacá el tapón de la bañadera.

Quedate sola, quieta, desnuda, muda.

No te metas las fotos adentro de las uñas.

No escondas las caricias entre las bombachas.

Sacate su espalda de los ojos.


Pero es como si le leyeran
una receta de cocina en el medio de la nausea.

Pega un alarido que parece durará la eternidad.
Quizás esté muerta, o ella se crea muerta,
Es lo mismo.

Nadie la espera en la estación de tren.
Se esconde a recitar viejos versos,
y se duerme acurrucada
sobre las baldosas de un jardín que ya no existe.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no es lo mismo estar muerto que creer que estas muerto,si estas muerto no crees en nada se va ese concepto es como que te apgan la tele
s

Anónimo dijo...

Podremos hacer una macumba mata fantasmas en Río? q los mate para siempre...
Tus versos son tan duros como reales, los puedo sentir en los huesos, y me acuerdo de un tema de Los Piojos, una de los tantos q siento q ME escribieron. Se llama CRUEL y dice gritando desesperadamente: "...despertame, despertame ya, de esta pesadilla de ilusiones!!!..."
Besos,
Borba.

Anónimo dijo...

Sólo nosotros podemos matar a los fantasmas porque nos habitan con permiso.Es dejar partir una parte nuestra, y por qué no?
Besos
enero